La ausencia de precipitaciones y el intenso calor que se está registrando en las últimas semanas ha disparado todas las alarmas en los montes de O Salnés, que ven con preocupación como las causas que llevaron a la oleada de incendios que arrasó la comarca hace más de una década, vuelven a repetirse. A esos factores de riesgo se suma la preocupante situación de gran parte de las parcelas del monte, invadidas por la maleza y pobladas con especies pirófitas como el eucalipto o el pino.

Los comuneros son los que mejor conocen un monte que han trabajado y cuidado desde hace décadas, por eso existe cierto temor en que toda esa riqueza natural y forestal que ha llevado muchos años lograr, desaparezca de un plumazo devorada por las llamas. El presagio se confirmaba por la tarde en Bamio, en las faldas del Xiabre que comenzó a arder.

Xurxo Abuin, presidente de la comunidad de montes de Rubiáns y de la Mancomunidade de Montes de Vilagarcía, reconocía a media mañana que "la meteorología que estamos sufriendo es la más negativa que se puede dar, a lo que se suma que los montes no están en la mejor situación para afrontar un posible incendio, por eso nos tememos que pueda llegar a pasar algo muy parecido a lo de 2006, soy muy pesimista". Recuerda Abuin que su comunidad de montes "invirtió mucho dinero en la reforestación del monte en los últimos años, una intervención que se puede convertir en cero en tan solo unos minutos, aunque lo peor es el riesgo para la vida de los seres humanos que puede suponer un incendio de estas características".

Algo más comedidos, los responsables de las comunidades de montes de András, José Luis Tourís, y de Paradela, Eugenio Fernández, reconocen que, aunque las parcelas comunales se encuentran relativamente limpias, "todo lo que nos rodea no, hay abundante maleza que puede convertirse en pólvora en caso de incendio, a lo que se suma más gasolina como eucaliptos y acacias", señala el vilanovés.

Tourís asegura que, en el caso concreto de András, "creemos que la situación es bastante mejor que otros años, pero al estar rodeados de eucaliptos y de muchas parcelas de particulares que no realizan una labor periódica de limpieza de las mismas, tememos que nos pueda llegar a afectar". Fernández, por su parte, reconoce que "hemos limpiado en los últimos años la mayor parte del monte, pero no se han retirado los cortes, lo que convierte esos restos en pólvora". Asegura que "el riesgo de sufrir un incendio es alto por las grandes temperaturas, a lo que se suma que la resina de los pinos se convierte en una auténtica bomba en caso de que sea alcanzada por las llamas.

Ayudas

Una de las cuestiones en las que coinciden los comuneros es en que las ayudas para la limpieza y eliminación de la maleza en los montes se convocan demasiado tarde. Abuin se muestra muy crítico con la Xunta ya que considera que "debería haber aprobado las ayudas en el mes de diciembre, para que, con la llegada del verano, ya estuviese todo limpio; sin embargo, las está aprobando en verano, cuando ya es muy tarde, ya que la maleza debe eliminarse en el mes de mayo". Para el responsable de Rubiáns, "la administración no está a la altura de lo que se espera ante una situación así, los políticos de Medio Rural deberían pensar como la gente de campo o tener un mínimo de conocimiento del tema, porque si el monte no está limpio en mayo, ya no hay nada que hacer después".

El responsable de la comunidad de montes de András coincide con Abuín al considerar que "mientras se convocan las ayudas para realizar acciones tendentes a evitar los incendios, el verano ya ha pasado por completo, es una costumbre que la Xunta debería acometer en invierno y desconocemos los motivos por los que no lo hace". Por su parte, Fernández también subraya que las ayudas "llegan un poco tarde, aunque, dependiendo de la comunidad de montes y de los recursos que gestione, puede negociar con la empresa la limpieza anterior de sus parcelas a la espera de cobrar la subvención".