Al analizar las características técnicas de la obra a ejecutar después del verano en la parroquia de San Vicente, el diputado Uxío Benítez y el alcalde José Cacabelos, que visitaron la zona en varias ocasiones para buscar una solución idónea, explican que el vial EP-9106 tiene un ancho de apenas cinco metros, "el cual resulta insuficiente para albergar un itinerario peatonal seguro". Es por ello que se optó por crear de forma diferenciada espacios reservados a peatones y ciclistas mediante una senda, así como las llamadas áreas de convivencia, empleando "criterios de seguridad y movilidad sostenible en un tramo de aproximadamente 900 metros".

De este modo "la senda peatonal y ciclista tendrá 2,5 metros de ancho, salvo en casos de estrechamiento puntual hasta los 1,80 metros, y discurrirá por el margen derecho al mismo nivel que el carril de circulación, ejecutándose un pavimento de hormigón de diferente color para distinguirlo del aglomerado de la calzada". Pero la carretera atraviesa un núcleo tradicional histórico con edificaciones pegadas a la calzada, por lo que es inviable ensancharla. La solución adoptada son las zonas de convivencia entre peatones, ciclistas y vehículos, siempre con prioridad para las personas.

La obra en cuestión se complementa con la mejora del drenaje, retranqueo de muros, señalización, dotación de mobiliario y rehabilitación del entorno de la iglesia mediante firme de adoquín y piedra.

En la Diputación concluyen diciendo que "también se incluyen partidas destinadas a mejora de la jardinería que prevé la plantación de tres cipreses".

Hay que resaltar que una vez ejecutado el proyecto denominado "Actuación integral de seguridad viaria y movilidad sostenible", este tramo de carretera en concreto será transferido al Concello, que se hará cargo de su mantenimiento posterior.