Ya no es solo que algunos vecinos tiren al inodoro las toallitas higiénicas que después, como sucede en otros muchos municipios, obstruyen la red de saneamiento. En el caso de Valga la inconsciencia de algunos ciudadanos llega a tales extremos que se han encontrado dentro de las canalizaciones subterráneas desde ruedas de bicicleta hasta cajas de polietileno e incluso trozos de hormigón.

Es por ello que desde el Concello se hace un llamamiento a la colaboración y se pide a los vecinos que permanezcan vigilantes y avisen si ven que alguien levanta las tapas de alcantarilla y vierte residuos en su interior.

Aunque en lo que más inciden el alcalde y el concejal de Medio Ambiente, Bello Maneiro y Román Castro, respectivamente, es en pedir a los valgueses "que contribuyan a poner fin a la gran problemática de las toallitas higiénicas, plásticos u otros materiales que no son biodegradables y se tiran al inodoro, ya que esta práctica causa importantes inconvenientes en el funcionamiento de la red municipal de saneamiento, afecta a los vecinos que residen en el entono de las zonas afectadas y genera un notable gasto económico para las arcas municipales".

Lo que pretende el Concello es que los vecinos tengan en cuenta que "verter por el inodoro material no biodegradable tiene consecuencias ambientales y económicas que podrían evitarse tirando las toallitas húmedas y los plásticos en el cubo de la basura".

Los problemas en la red de saneamiento parecen haberse intensificado en las últimas semanas, de ahí la preocupación mostrada por el ejecutivo.