Docenas de personas colaboran día a día con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recogiendo los datos de pequeñas estaciones meteorológicas manuales diseminadas por toda España. Una de ellas es Hernando Martínez Chantada, un vecino de Ribadumia que pasa por ser uno de los voluntarios más antiguos de Galicia de esta organización. El estudio del tiempo siempre ha estado entre sus pasiones, como también lo está la meteorología. De hecho, fue uno de los fundadores de la cooperativa vitivinícola Martín Códax, y pronto se dio cuenta de que para el cosechero era vital la información atmosférica. Fue por esa época cuando contactó con el responsable de la Aemet en Pontevedra. Ambos decidieron poner a andar la primera red estable de estaciones manuales de O Salnés. Más de tres décadas después, esa red se ha consolidado, y cuenta actualmente con cinco equipos.

-Las previsiones apuntaban a que toda la semana actual sería seca y calurosa, y ayer por la mañana llovió. Existe la creencia de que los meteorólogos se equivocan con cierta frecuencia. ¿A qué se debe?

-El tiempo es muy variable, sobre todo aquí en la costa. Las masas marítimo-oceánicas son las que cambian el tiempo, sobre todo las del Océano Pacífico. Hay muchos factores que no dependen de nosotros. En el centro de España es más fácil prever el tiempo, porque las masas son más estables, pero aquí en O Salnés puede venir una corriente marítima imprevista y desbaratar el pronóstico.

-¿Con cuántos días de antelación se puede realizar una previsión con cierta seguridad en O Salnés?

-Aquí hacer una previsión de más de tres días es complicado, y aún así acertar siempre con ese margen es difícil.

-El sector turístico gallego se queja a menudo de que para los grandes medios meteorológicos estatales en Galicia siempre llueve.

-En Madrid existía la idea de que en Galicia siempre estaba lloviendo, y eso no es real. La meteorología influye en la economía, pero no de la misma manera en la economía del turismo que en la economía de la agricultura.

-¿Y qué tal está yendo la meteorología para el campo arousano en lo que va de primavera teniendo en cuenta también lo sucedido durante el invierno?

-El mes de mayo estuvo dentro de las pautas normales en O Salnés, puesto que se alternaron los días húmedos con los secos. Hubo 15 días húmedos, y se recogieron casi 160 litros de lluvia. Dice el refrán que 'auga de maio, pan para todo o ano', y eso se ha cumplido. Lo malo es que junio ha empezado con mal cariz, porque en lo que va de mes solo ha llovido dos días. Está habiendo mucha evaporación, de modo que la agricultura necesita que llueva un poco más.

-En Meis molestó mucho que un técnico de la Aemet afirmase que en febrero no se produjo ningún tornado y que los vientos no llegaron a los 120 kilómetros por hora. ¿Por qué se produjeron entonces tantos daños?

-Por poner un símil, no es lo mismo que dos coches choquen en movimiento que uno de ellos esté parado. Algo así pasó con aquel temporal. El viento hizo un efecto ventosa sobre otra capa que estaba quieta y más abajo. Y esa capa, al subir de golpe, hizo un efecto de aspiración sobre los tejados y tiró árboles que de alguna forma ya estaban sentenciados, por ser demasiado viejos o tener un exceso de ramas. Pero no fue ni como el "Hortensia" ni muchísimo menos.

-Ni siquiera hay una meteorología única y homogénea en Galicia.

-Tenemos la mala suerte o la fortuna de estar en una zona de intercambio climático que se refleja en la flora. En verano, el sur de Ourense pertenece a la región mediterránea, y por eso se dan los olivos. Y en invierno, a la euroasiática.