Gastronomía, compras, juegos populares y un sinfín de actividades llenaron ayer hasta los topes la península grovense, con una multitud de personas disfrazadas de piratas y corsarios, dispuestas a dar lo mejor de si mismas en la fiesta temática del Desembarco Pirata, organizada este año por la asociación Emgrobes.

Las actividades comenzaron el viernes con la Noche de Compras, que convirtió el centro del municipio en peatonal por unas horas, una actividad en la que los asistentes, además de gozar de los descuentos ofrecidos por los comercios, pudieron disfrutar de música y flashmobs que se sucedían a lo largo de toda la calle Castelao.

Pero fue ayer cuando arrancó la fiesta de manera oficial, con una improvisada presentación a primera hora de la mañana, a la que acudieron el alcalde José Cacabelos, el diputado provincial Francisco Javier Dios, y el presidente de Emgrobes, José Besada, que dieron un pequeño paseo por Confín observando los preparativos del acto central del evento.

El Mercado Pirata se instalaba a primera hora de la mañana en el Paseo Marítimo para satisfacción de vecinos y visitantes, que pudieron hacerse durante la jornada con accesorios de cuero, muñecos de trapo, ropa para niños o zuecos artesanales, entre muchos objetos. No faltaron tampoco a la cita, los puestos de churros, empanadas y quesos para los paladares más exquisitos, algunos de ellos veteranos ya de la fiesta.

Aprovechando el buen tiempo, los juegos populares instalados a lo largo de todo el paseo marítimo hicieron las delicias de los turistas, mientras esperaban a que diese comienzo la representación teatral para rememorar el asalto a la iglesia de San Vicente.

Sin duda, fue la interpretación del Desembarco la que más gente congregó a media tarde. A punto de ponerse el sol, la música y las bombas anunciaban el acto central de la fiesta, en el que no faltó, ni la esgrima, ni la llegada por mar a bordo de las embarcaciones de Amigos da Dorna Meca.