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Unos 300 conductores cumplen penas por delitos contra la seguridad vial en A Lama

Los profesionales de autoescuelas están preocupados por el consumo de alcohol y droga al volante -Los centros de formación sostienen que ha bajado el número de alumnos

Ciclistas en un recorrido por carreteras de la comarca. // Iñaki Abella

Un promedio de 300 reclusos cumplen en la actualidad penas por la comisión de delitos contra la seguridad vial en la prisión de A Lama, la mayor parte por causar accidentes graves con víctimas pero también por excesos de velocidad reiterados, conducción bajo efectos de drogas o alcohol, entre otros.

Aunque grave no es la principal consecuencia de su temible comportamiento al volante pues en el asfalto han quedado muertos, heridos y mutilados, con todo lo que ello conlleva para sus familias y amistades.

Las estadísticas también ponen de manifiesto el enorme coste que supone resarcir todos esos daños que se estiman en unos 32 millones de euros cada mes.

Los profesionales de las autoescuelas creen que la situación debe invertirse cuanto antes pero no parece fácil en tanto que la reincidencia es muy elevada, sobre todo en conductores mayores de 50 años.

El coordinador de la asociación gallega de autoescuelas y propietario del centro Sálvora de Vilagarcía Manuel Portas reconoce la complejidad de erradicar este tipo de comportamientos de riesgo en las carreteras, sobre todo porque falta formación y también porque falta reciclaje.

Su autoescuela es uno de los centros autorizados para la recuperación de los puntos perdidos en el carné de conducir desde hace once años. En este tiempo ha visto de todo pero le llama especialmente la atención la reincidencia, es decir que haya alumnos que tienen que volver a repetir los cursos.

Ocurre que conductores que han perdido todos los puntos creen que su carné sigue vigente cuando todavía no los han recuperado por lo que vuelven a ser "cazados" y sancionados por la policía.

Si esto supone un peligro más lo es cuando el conductor se sube al vehículo tras haber ingerido alcohol o drogas. "Las pruebas demuestran que el piloto pierde facultades al volante de modo que solo percibe la mitad de los obstáculos que se le presentan en la vía", refiere Portas.

El veterano profesor de autoescuela sostiene que la formación es imprescindible pero observa que cada vez hay menos alumnos en sus centros por motivos diversos.

"La bajada de la natalidad puede influir en que apenas haya alumnos de 18 años que se matriculen pero el principal factor es que la juventud está pegada al teléfono móvil". "A día de hoy un joven prefiere un buen smartphone que el carné de conducir", agrega.

Cree el portavoz del colectivo que muchas autoescuelas están abocadas al cierre. Asegura que en estos momentos muy pocas son rentables y que en la mayoría subsisten porque el cónyuge trabaja y lleva un sueldo a casa.

En la actualidad, los centros de formación de conductores estiman que el coste para obtener el permiso de conducir de un coche o una motocicleta ronda los 800 euros, en función del número de prácticas que sean necesarias (a razón de 25 euros cada una). Aunque el coste no es elevado ya muchos centros ofrecen posibilidad de financiar los cursos de una conducción segura.

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