Después de una década a vueltas con este asunto, el juicio por la presunta estafa cometida en la cofradía de pescadores San Martiño, con socios de O Grove, Cambados, Meaño, Sanxenxo y Ribadumia, parece inminente. El Ministerio Fiscal pide su celebración en el Tribunal del Jurado de Pontevedra y reclama que se siente en el banquillo el excontable del pósito, Fabricio Fernández Aguín.

Deberá responder por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos y enfrentarse a una petición de pena de seis años y un día de prisión, con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y quince años de inhabilitación absoluta.

El fiscal también reclama que el extrabajador de la cofradía abone indemnizaciones que suman unos 585.000 euros, además de reprochar la actividad "negligente" de las entidades bancarias que le permitieron sacar dinero de la cuenta del pósito sin tener la autorización necesaria para ello.

Respecto a esto sostiene el fiscal que "Banesto obró de forma negligente al entregar al acusado sumas de dinero en efectivo por ventanilla" aún constándole que "la persona autorizada para disponer de la cuenta de la cofradía era el patrón mayor". Y además el banco "no verificó si dichas retiradas de efectivo contaban con la firma y autorización del patrón", causando al pósito, en este caso concreto, un perjuicio que se cifra en 23.500 euros.

Aunque de estos hechos ya se informó en repetidas ocasiones, cabe ahora recordarlos atendiendo al escrito de acusación de la Fiscalía.

Dice, por ejemplo que "obrando con ánimo ilícito de enriquecimiento, faltando al deber de lealtad para con la cofradía de la que era empleado, y aprovechando la circunstancia de tener acceso a las cajas y cuentas bancarias de la entidad, concibió el plan de ir haciendo suyas diversas cantidades durante los años 2009 y 2010, logrando incorporar a su patrimonio un total de 505.515,83 euros".

Pero eso no es todo, pues "obrando igualmente con el propósito ilícito de enriquecimiento" el acusado, "sin el conocimiento, consentimiento ni firma del que era patrón mayor, Francisco Iglesias, retiró dinero "por ventanilla" y "efectuó transferencias bancarias vía Internet desde diversas cuentas de la cofradía abiertas en la entidad Banesto hacia una cuenta personal suya".

¿Cómo y cuando habría logrado Fabricio Fernández Aguín el dinero? ¿Qué hizo con el dinero? A juicio de la Fiscalía habría actuado del siguiente modo:

| Retiradas de efectivo en Banesto. El excontable habría retirado de las cuentas de la cofradía en Banesto un total de 23.500 euros en efectivo. Habrían sido 2.500 euros el 13 de julio de 2009, 3.000 euros a la semana siguiente, otros 9.000 euros el 18 de septiembre de aquel año, 3.000 euros el 4 de enero de 2010 y al menos otros 6.000 en una fecha por concretar.

| Transferencias bancarias desde Banesto. Por el método de transferencia, desviando dinero desde la cuenta del pósito en la sucursal de Banesto, hacia una cuenta particular, el excontable habría conseguido 10.500 euros. Se trataría de partidas de 3.000 euros el 18 de febrero de 2009, 2.500 euros al día siguiente y 5.000 euros más el 14 de mayo.

| Transferencias desde La Caixa. En cuanto a las operaciones presuntamente ilícitas cometidas a través de la entidad crediticia La Caixa, Fabricio Fernández habría conseguido nada menos que 220.260 euros, advirtiendo también el fiscal de que dicha caja "permitió al acusado efectuar por sí solo transacciones telemáticas sin contar con la firma o actuación mancomunada del patrón mayor".

Estas transacciones se habrían prolongado desde el 12 de junio de 2009 (24.000 euros) hasta el 20 de septiembre de 2010 (40 euros).

Serían un total de 39 operaciones por diferentes importes. La más cuantiosa fue esa de 24.000, pero las hubo de 15.000 euros (tanto el 1 de septiembre de 2009 como el 20 de enero de 2010).

Destaca que habría enviado a su cuenta 10.000 euros el 3 de noviembre de 2009 y otra cantidad idéntica al día siguiente, junto a 3.000 euros tres jornadas después.

Igual de llamativo resulta que, según el fiscal, el 23 de febrero de 2010 transfiriera a su favor 3.000 euros, que al día siguiente se enviara 14.000 y que dos después sacara otros 3.000 euros.

| Retiradas en la caja de la cofradía. Además de creerse que Fabricio Fernández sacó dinero de las cuentas de la cofradía en los bancos, el fiscal explica que habría hecho lo propio en la caja del propio pósito; en concreto 13.000 euros retirados en diversas fechas del año 2010.

| Depósitos de los clientes. Otra supuesta fuente de ingresos ilícita para el excontable eran los depósitos de dinero efectuados por lo clientes de la cofradía, a modo de aval, para poder comprar en la lonja de contratación. En este caso el Ministerio Fiscal entiende que en 2009 y 2010 Fabricio Fernández "recibió y tuvo a su disposición 26.205 euros".

Lo que sucede es que "el montante de dichos depósitos en efectivo tenía que haberse ingresado en las entidades financieras en las que tenía cuentas la cofradía, pero el acusado, con idéntico ánimo ilícito de enriquecimiento, hizo suyo el importe de dichos depósitos".

| Ventas de la pescadería. Y para completar sus ingresos ilícitos, siempre según el escrito del Ministerio Fiscal y como en su día aseguró la acusación, el excontable, "con idéntico ánimo de lucro, hizo suyos un total de 212.050,83 euros procedentes de la recaudación por ventas de la pescadería -perteneciente a la cofradía- durante los años 2009 y 2010".

| Posible ludopatía. En el escrito de acusación se hace constar que Fabricio Fernández estaba "aquejado del trastorno del control de impulsos conocido como ludopatía, teniendo intactas sus capacidades intelectivas o de entender, si bien tenía limitadas sus capacidades de actuar conforme a dicha comprensión, es decir, volitivas o de querer, exclusivamente en lo referente a los juegos de azar"

Por ese "trastorno psicológico" se habría gastado en el Casino La Toja "47.400 euros entre los días 7 de marzo de 2009 y 7 de abril de 2010".

| La indemnización. Si se demuestra que Fabricio Fernández es responsable de los hechos que se le imputan y la justicia lo estima, podría tener que devolver 34.000 euros a la cofradía por lo retirado en Banesto, 220.260 euros por las operaciones en La Caixa, 13.000 por lo que quitó de la caja, 26.205 euros por los depósitos de clientes y 205.050 euros por las ventas de la pescadería, una vez descontados en este caso 7.000 euros abonados ya por una aseguradora; a la que debe compensar el acusado. También tendría que entregar al pósito 78.765 euros por daños y perjuicios.