La capilla del cementerio municipal de Rubiáns permanece cerrada al público. El riesgo de desprendimiento del tejado ha llevado al Ayuntamiento de Vilagarcía a prohibir el uso de este pequeño templo ubicado en el centro del camposanto municipal.
Y es que recientemente una vecina solicitó permiso al Concello para celebrar un acto religioso en el interior de la capilla y le fue denegado alegando que el tejado no reunía las condiciones de seguridad necesarias.
El concejal responsable del ramo, Lino Mouriño, confirma el mal estado de la cubierta, sobre todo en una parte concreta. Cuando el PSOE recuperó la Alcaldía de Vilagarcía, hace dos años, Mouriño pudo comprobar de la mano del funcionario encargado de los cementerios municipales el deterioro que presentada la capilla. "Por motivos de precaución decidimos prohibir el uso hasta que se arregle. No está mal todo el tejado, pero sí un lado, que presenta riesgo de desprendimiento", expresa el edil socialista.
Asegura que su intención es reparar el tejado de la iglesia en el actual mandato que expira en 2019, si bien prefiere no aventurarse a dar una fecha porque todavía no hay proyecto y porque "van surgiendo otras prioridades" en su concejalía, como por ejemplo en materia de saneamiento, un campo con serias y múltiples deficiencias en Vilagarcía.
La obra de mayor envergadura en este sentido ejecutada por el gobierno de Varela es la instalación de una nueva estación de bombeo en Carril, una actuación que llevó a cabo la empresa concesionaria del agua, Espina & Delfín y que absorbió 190.000 euros de las arcas municipales para acabar con los continuos vertidos.
4.427 nichos
En los últimos años la misa del Día de Difuntos ya se celebró en el exterior de la capilla del camposanto municipal. En su entorno existen un total de 4.427 nichos , de los cuales apenas quedan libres una quincena, ya sea para alquiler o concesión. Aparte de las sepulturas construidas en vertical, en el cementerio hay 407 fosas y unos 70 panteones.
En cuanto a los precios, el alquiler por cinco años de un nicho cuesta 113,55 euros, y la concesión por 75 años, 681,10. La opción mayoritaria por los vilagarcianos es la concesión y no se cobra tasa por mantenimiento.
