Las aguas andan revueltas en la ría a causa del enfrentamiento entre el patrón de O Grove, Antonio Otero, y el de Cambados, Ruperto Costa. El primero de ellos dijo hace días que no le parece justo que el bou de man empiece a utilizarse el 2 de noviembre cuando resulta que se trata de un arte que también captura centollo, que sin embargo estará en veda hasta diez días después. El representante de la cofradía meca pedía así a la Consellería do Mar que se igualaran las fechas para evitar la esquilmación del crustáceo.
Al hacer su crítica no nombró a Cambados, pero resulta que en este puerto el bou de man es una de las artes empleadas, de ahí que Ruperto Costa se diera por aludido y cargara contra su homónimo grovense, llegando a asegurar que el problema no está en el bou de man, sino en el empleo irregular de miños, que son las redes más utilizadas en O Grove para capturar centollo.
Ahora Antonio Otero quiere zanjar esta polémica diciendo: "Me merecen el mismo respeto los marineros de Cambados que los de O Grove, por eso le pido -a Ruperto Costa- que también nos respete a nosotros y al conjunto de la flota".
Lo que quiere dejar claro es que "el único culpable de que abra el bou de man antes que la campaña del centollo es la Xunta, y lo que yo quise fue llamar la atención sobre esto para que nosotros también pudiéramos empezar a pescar el 2 de noviembre". Pero tras hacer sus declaraciones apareció en escena Ruperto Costa, "que es evidente que busca enfrentamiento entre cofradías, por mucho que diga lo contrario, y demuestra un gran desconocimiento sobre el sector de las artes menores", espeta Otero.
De este modo quiere "dar por finalizada esta disputa porque no quiero enfrentamientos entre cofradías" , pero para despedirse dice a Ruperto Costa que "hay que medir las palabras, sobre todo cuando se nombra a otro puerto, y hay que pensar solo en defender a nuestros marineros, y haciéndolo defendemos a todos, porque los problemas son comunes".
