El patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, se muestra indignado tras las declaraciones de su homólogo grovense, Antonio Otero, en las que criticaba la apertura de la campaña del bou de man o rapeta diez días antes del inicio de la pesca de centollo, alegando que dichas artes de pesca pueden esquilmar la producción de crustáceo. Hay que apuntar que el patrón meco en ningún momento acusó directamente a la flota cambadesa, aunque se dé la circunstancia de que el bou de man se emplea de manera significativa en este puerto arousano.

"Me parece una falta de pudor vergonzosa y lamentable que el patrón mayor de una cofradía acuse a otra sin fundamento", declara Ruperto Costa, que evidentemente se da por aludido tras la insinuaciones de Antonio Otero.

Tras apuntar que "en Cambados son ocho o nueve los barcos que usan el bou de man", Costa explica que este arte "se dedica al chopo, el lenguado y este tipo de peces, y si alguno de los marineros captura centollo antes de que abra la veda ya sabe a lo que se expone, y para eso está el servicio de Gardacostas de Galicia".

Lo que quiere decir es que si pescar centollo es ilegal antes de que abra la veda, el 12 noviembre, hacerlo es responsabilidad de los propios pescadores furtivos, "pero es lamentable que el patrón de O Grove señale con el dedo a los de al lado".

No contento con esto, y para devolver la pelota al tejado grovense, el patrón de Cambados espeta que a él lo que le preocupa de verdad son los tripulantes y armadores "que usan miños (las redes empleadas en puertos como el meco para capturar centollo) de forma fraudulenta, ya sea calando más de los permitidos o no respetando los topes de captura establecidos".

En relación con esa pesca del crustáceo, Ruperto Costa manifiesta que "lamentablemente el patrón de O Grove llama siempre que le conviene a todas las cofradías para influir en la fecha de la veda del centollo, pero sin embargo ahora trata de influir en el calendario de otras artes que ni siquiera se emplean en su cofradía".

Termina diciendo que no le interesa un enfrentamiento entre cabildos, "pero no entiendo este posicionamiento del patrón de O Grove porque considero que cada uno tiene que respetar y defender a su sector y a su gente sin meterse con el vecino, porque yo con O Grove no me meto nunca".

Hay que recordar que todo esto viene a cuento del establecimiento del calendario para el centollo, cuya campaña termina el próximo día 17 y que volverá a pescarse desde el 12 de noviembre.

Al valorar estas fechas, el patrón mayor grovense declaró a FARO que en su cofradía existe preocupación por la posible "esquilmación" del centollo que pueda realizar el bou de man o rapeta, que va a estar autorizada desde el 2 de noviembre.

La cofradía meca alega que el bou de man es un arte que va a emplearse para pescar especies como el choco y el lenguado, pero que también captura centollo, "y no entendemos cómo un arte que captura centollo puede trabajar desde el 2 de noviembre si resulta que el centollo estará prohibido hasta el 12".

De este modo Antonio Otero transmitía "el miedo que tenemos en O Grove a que pesquen nuestro producto antes de tiempo".

Y al hilo de esto explicaba que son los profesionales que usan el bou de man los que deben devolver al mar el centollo que puedan capturar mientras esté en veda, pero sabe que "no sucede siempre así y hay marineros que si capturan centollo en su bou se lo llevan a casa aunque esté vedado".

El patrón mayor grovense considera que "lo más apropiado sería que se autorizara el uso del bou de man y del bou de vara, que abre al mismo tiempo y pesca igualmente centollo, aunque en menor cantidad, cuando abra la campaña de pesca del crustáceo, porque al dejarles trabajar antes van a sacarnos diez días de ventaja trabajando y capturando crustáceo".

Pero como puede apreciarse, y como se indicaba anteriormente, en ningún momento el patrón grovense culpó directamente de una posible esquilmación de los recursos a los cambadeses que emplean el bou de man.