El prestigio del despacho de Manuel Novás es incuestionable, merecido durante más de 40 años de ejercicio profesional en Madrid con actuaciones ante todos los tribunales de Justicia nacionales e internacionales, pero también en Galicia, en su Pontevedra natal y en Vilagarcía, donde ha decidido cerrar su ciclo profesional como jurista, aunque sin abandonar ni dejar atrás sus demás compromisos.
El regreso a su tierra, junto a su mujer, fue uno de los acontecimientos de la jornada donde las leyes, la historia y la convivencia se unieron en una velada que completó el reputado chef del restaurante Chicolino, Miguel Mosteiro.
En los salones del Liceo Casino se dieron cita muchos de los amigos de Novás como el responsable del Xacobeo y exconselleiro de Xusticia, Xesús Palmou; el presidente de Amigos de Galicia, Jesús Busto; el de Cáritas, Francisco Fernández o el grovense Víctor Otero Prol, por citar solo a algunos.
Fue un acto ameno en el que la Historia, así con mayúsculas, se transformó en el hilo conductor de la presentación de un bufete que contará con profesionales de las diferentes ramas del Derecho, si bien especializado en Penal y Civil.
Manuel Novás expresó que se siente emocionado al regresar definitivamente a Galicia "donde mi mujer y yo tenemos nuestro corazón".
Nacido en Pontevedra considera suficientes los 40 años de ejercicio profesional en la capital de España. Entiende que éste es otro "paso adelante" en su vida profesional, precisamente un consejo que le dio su abuelo paterno quien a principios del pasado siglo "se vio en la necesidad de viajar 17 veces como como polizón para ganarse la vida en Argentina, Brasil y Uruguay".
A Novás la vida le fue más sencilla a pesar de los sacrificios profesionales que implican defender procedimientos en todos los juzgados del país, incluidos los de Vilagarcía y Cambados, donde tan a gusto dice sentirse ahora.
Pero como la Historia era el eje de esta cita Novás no pudo más que emocionarse cuando recibió como regalo un facsímile de la carta marina que dibujó el navegante Juan de la Cosa en 1510.
Se trata de una copia del original, del año 1872, en la que el aventurero marcó los principales puntos geográficos y monumentos conocidos del mundo occidental.
El regalo se lo hizo en persona el marqués de Castell Florite, a la sazón presidente de la Asociación de la Carta de Juan de la Cosa, Juan Antonio Lago Novás y uno de los mejores conocedores del pergamino que fue encontrado por casualidad en el año en que se fechó la copia que ahora lucirá Manuel Novás en su despacho de Vilagarcía.
El mapa suscitó la curiosidad de todos los asistentes ya que se trata de una carta de navegación muy detallista en la que aparecen desde los Reyes Magos de Oriente al templo de los Papas de Avignón y otros puntos claves del mundo conocido en aquel momento.
El presidente de la asociación recordó la gesta de De la Cosa quien perdió la vida en defensa de sus compañeros "acribillado por veinte flechas envenenadas". Un mensaje que también se guardará para siempre el obsequiado.
