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Gil Casares, en A Lanzada y las aguas de A Toxa

El doctor estuvo detrás de la construcción del sanatorio y dio a conocer la pequeña isla de O Grove

Isla de A Toxa, en el municipio de O Grove. // Muñiz

Nace Miguel Gil Casares en 1871, en la casa hoy ocupada por la Farmacia Bescansa, de Santiago, en el seno de una familia dedicada a los estudios científicos y a la Universidad: su padre, Ramón Gil Villanueva, fue catedrático de Física en la Universidad de Santiago, nieto de Antonio Casares Rodríguez, famoso químico y Rector de la Universidad Compostelana, sobrino de Jacobo Gil Villanueva, catedrático de la Facultad de Derecho de dicha Universidad.

Su madre, Valentina Casares Teijeiro, era sobrina del médico Maximino Teijeiro Fernández, catedrático de Anatomía y Rector de la Universidad de Santiago.

Según la estudiosa de la vida y obra de Gil Casares, la doctora Isabel Rego Lijó, tras doctorarse en medicina en la Universidad Central, amplia estudios en Francia y Alemania, junto con el gran clínico Josep von Mering, "descubridor con Minkowsky de la etiología pancreática del páncreas; autor del famoso tratado de Medicina Interna que lleva su nombre, que Gil Casares tradujo posteriormente". Después, ampliaría estudios en centros médicos de Estados Unidos, Suiza, Inglaterra y Cuba.

Sus cargos por oposición en la Universidad de Santiago son abrumadores: en 1897, con tan solo 26 años, la cátedra de Enfermedades de la Infancia; en 1901, la cátedra de Patología y Clínicas Médicas; encargado de la asignatura de Otorrinolaringología.

Dos materias fuero constantes en su formación médica: la cardiología y la tuberculosis, y en medio de ambas, las aguas mineromedicinales y los balnearios, como agentes naturales con capacidad para curar o mejorar distintas enfermedades.

En cardiología, construyó el "palógrafo", de uso sencillo que se llegó a vender en serie y con el que se conseguía una gráfica útil en la actividad mecánica del corazón, sobre el cual hizo su estudio, "Método palográfico para el examen de los fenómenos pulsátiles de la circulación"-

Entre sus numerosos estudios dedicados a la tuberculosis que plasmó en publicaciones, ponencias en Congresos nacionales e Internacionales, contribuciones a la Liga Popular contra la Tuberculosis de Madrid, etc., destacar, por su relación con su tierra, su vinculación al I Congreso Regional Antituberculosa en Galicia, celebrado en A Toxa y Mondariz en octubre de 1925.

Al mismo, asistió el general Martinez Anido, ministro de la Gobernación en representación del Príncipe de Asturias, y Gil Casares, como organizador del Congreso, leyó su ponencia, "Profilaxis de la tuberculosis desde el punto de vista de la herencia y del contagio".

Uno de los objetivos del Congreso era obtener financiación para construir un sanatorio en A Lanzada, que se enfrentó a problemas no solo financieros sino cxn otros lugares de Galicia que preconizaban otros médicos y personalidades de Galicia. Finalmente se constituyó el Patronato para la construcción del Sanatorio de A Lanzada el domingo 11 de julio de 1926, actuando el doctor Gil Casares como presidente de la Junta, acto que se celebró en el pazo de Fefiñáns, propiedad de la familia Gil Casares, en donde pasaban los meses de verano.

El problema que se presentaba era también de construcción de caminos, sobre todo a O Grove como centro urbano más cercano.

Tras la creación del Patronato, presidido por Gil Casares, se coloca la primera piedra del Sanatorio de A lanzada el 20 de octubre del mismo año, bendecido por el arzobispo argentino monseñor Andrea, inaugurándose en 1933 el Instituto antituberculoso, cuando ya el Dr. Gil Casares había fallecido (1931) "por lo que será su hermano, Felipe Gil Casares, abogado y profesor universitario quien ostentará el cargo de presidente del Patronato, pasando a llamarse Sanatorio Marítimo de A Lanzada Gil Casares". (Antes llevaba el título de Sanatorio Príncipe de Asturias)

El interés del doctor Gil Casares acerca de las aguas minero medicinales de la isla de La Toja, se remonta por lo menos al año 1905, en que escribe un artículo en la revista "Galicia" de La Habana, en el que hace un resumen de sus indicaciones clínicas, entre las que se encuentra su acción antituberculosa, tan importante en aquellos tiempos.

Dice en el mismo que, "bebida, estimulan las aguas el apetito y las secreciones digestivas, regularizan las funciones intestinales y de la víscera hepática, aumentan la energía del corazón, corrigen muchas afecciones catarrales del aparato respiratorio, resuelven gran número de procesos inflamatorios crónicos. La diátesis escrofulosa (se refería a la tuberculosis) y artrítica se modifican poderosamente con su auxilio".

Si se tomaban externamente, en el caso de los lodos, los comparaba a los de Battaglia, "combaten el reumatismo, la gota, las enfermedades crónicas de la mujer, la importancia y pérdidas masculinas, la tabes mesentérica, las consecuencias de los traumatismos, la clorosis?.".

Sobre sus jabones comenaba que "curan gran número de enfermedades de la piel", diciendo finalmente que "las sales de A Toxa sirven para preparar baños artificiales; y estos baños son remedio soberano para la escrofulosis, la tuberculosis quirúrgica, el reumatismo, las enfermedades del corazón, las nerviosas y las cutáneas, comparándolo con los famosos baños de Kreuznac, de Woodnall, etc".

En un artículo de ese mismo año extendía la similitud de las aguas de A Toxa con los balnearios de Nauheim, de Salies, y de Bearn, diciendo que "la Química moderna, al descubrir en los productos de A Toxa, cantidades importantes de cloruro lítico, de bromuro sódico, y de arsénico, a lado de los cuerpos que la antigua Química había demostrado, nos van dando explicación de estos resultados admirables. Pronto habremos de saber que las aguas de A Toxa, encierran materias radioactivas muy poderosas; y por descontado, si no podemos darnos cuenta exacta de los resultados, fuerza es sin embargo admitirlos".

Los artículos del doctor Gil Casares sobre las aguas de A Toxa, se basaban en parte en su experiencia como médico que era de las "Aguas naturales" de la isla, de acuerdo con un anuncio de los lodos de A Toxa, publicado en la "Gaceta de Galicia", en que aparecía como tal médico:

"Estos lodos o barros, de fama universal, se emplean con éxito maravilloso contra el Reumatismo articular y muscular, Gota, Exudados traumáticos, Procesos inflamatorios crónicos de la pelvis femenina, Tumores blancos, Clorosis menorrágica, Secreción excesiva de sudor, Afecciones de la próstata, Espermatorrea, Impotencia, etc. etc.- Depósito en Madrid: Jacometrezo, 40, principal.- Teléfono 886. Precio del frasco: 1 peseta 50 céntimos. De venta en la Sociedad Española de Droguería General de Bilbao, Santander, Gijón y Vigo, farmacia de Ildefonso Gallego García de Santiago y principales farmacias y droguerías. Exíjase en la etiqueta, como garantía de legitimidad, el sello de la Sociedad Anónima La Toja.

Ampliación de la temporada oficial en el establecimiento desde el 1º de Junio al 30 de Septiembre, Médico director don Vicente García Millán, Médico libre, doctor Miguel Gil Casares, catedrático por oposición, de la asignatura de Clínica Médica de la Universidad de Santiago y especialista en las enfermedades de los niños.

Se remiten a vuelta de correo los informes que interesen a los señores bañistas. NOTA: En la isla de A Toxa, que está situada en la ría de Arousa, donde se halla enclavado el Establecimiento Balneario de aguas minerales, hay una hermosa y segura playa, en la que pueden tomar baños de mar las personas que lo precisen. ¡Ojo con las falsificaciones!".

Continuando son sus investigaciones sobre dichas aguas, en 1913 presenta una ponencia en el IX Congreso Internacional de Hidrología, Climatología y Geología, en Madrid, titulada "El clima de las costas gallegas como recurso terapéutico y especialmente el de A Toxa", exponiendo, según señala la doctora Isabel Rego Lijó, en su tesis doctoral, "doctor Miguel Gil Casares (1871-1931). Obra Médica y Doctrina Tisiológica", la orientación geográfica, temperatura, localización de playas y vientos predominantes, estimando su valor climatoterápico en función de estas variantes".

Añadía que las Rías Baixas, por tener sus bocas resguardadas por islas, tienen aguas siempre tranquilas "o a lo más rizadas por vientos como las de los grandes lagos suizos (La Suiza Española)".

Decía sobre la isla de A Toxa, que "constituye el emplazamiento más indicado para fundar Sanatorios marítimos en Galicia, no precisamente por su belleza y la de sus contornos, ni por su inmediata proximidad al Océano y playa de A Lanzada, sino por las termas que en ella brotan, tan excelentes en el tratamiento de los procesos escrófulo-tuberculosos, que constituyen, como es sabido, la indicación preferente del tratamiento marítimo. Por lo mismo que los mejores sanatorios de este nombre son los que pueden asociar las ventajas de su exposición geográfica la acción de las aguas termales salinas y las de A Toxa figuran entre las primeras de Europa, no cabe dudar de las ventajas del emplazamiento que recomendamos".

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