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Al Rosell: "La motivación de los empleados es crucial para el rendimiento"

El espacio de emprendedores AJE Vilagarcía, en el edificio de la vieja Comandancia, acogió una conferencia sobre motivación, oratoria e inteligencia emocional

El orador Al Rosell, en un momento de la charla. // Noé Parga

Especialista en motivación y experto en impartir talleres de clown y risoterapia, el coach Al Rosell visitó ayer el espacio de emprendedores AJE Vilagarcía para compartir con el público arousano las claves para convertirse en un buen empresario. Explicó a los asistentes que el triunfo pasa por motivar a sus empleados, para llevar el éxito a la empresa. El coach aprovechó también para hablar de oratoria y clown.

-Llama la atención que alguien se defina a sí mismo como payasólogo, una profesión que de hecho no existe, ¿pero en qué consiste exactamente su papel?

-Pues bien, el oficio de payasólogo como tal es algo que no existe, en realidad es una palabra que me he inventado yo, que soy payaso de profesión. Llevo muchos años en los escenarios y eso me condujo a desarrollar posteriormente los talleres que ahora imparto, dirigidos a orientar a empresarios, emprendedores y todo tipo de personas que necesiten adquirir habilidades relacionadas con la motivación.

-¿Qué tipo de motivación necesita un emprendedor para empezar a desarrollar sus ideas?

-Primero hay que tener claro qué tipos de motivación existen y cuál es la manera más adecuada de trabajarlos. Yo decidí convertirme en emprendedor para dedicarme al clown de manera profesional. Antes era comercial de una empresa, pero llegó un momento en que decidí que tenía que dedicarme a ser lo que me había gustado siempre: ser un payaso profesional.

-Además de motivación imparte también talleres de clown, ¿qué habilidades adquieren los asistentes a estos cursos?

-Lo que se trabaja en un taller de clown es la inteligencia emocional, es la base de todo. Para llegar a ser un buen empresario y poder motivar a tus empleados, lo primero que se debe hacer es trabajar el factor humano, y sobre todo trabajar la actitud, algo que no es fácil y que requiere de un esfuerzo. Es obvio que no siempre se tienen días buenos, también hay días malos, pero si se tienen unos pilares firmes en la vida, cambiar la actitud resulta más sencillo. Aquí es donde entran las técnicas relacionadas con el clown, la risoterapia y el teatro. Con esto quiero decir que son habilidades que trabajando sobre ellas se pueden mejorar.

-Explica en la charla que muchos coach a la hora de impartir este tipo de talleres piden que la gente se motive, pero no dicen cómo, ¿cuál es la manera de hacerlo?

-Si, es algo que escucho a menudo, pero que no es tan sencillo. Primero hay que descubrir que es lo que uno tiene de estable en su vida para trabajarlo, aquí es donde entra la autoestima y la actitud, que son fundamentales para la motivación. Como dije anteriormente la base para todo es el trabajo de la inteligencia emocional .

-¿Cree que existe una falta de motivación entre las personas que llevan muchos años dirigiendo una empresa? ¿De qué manera influye este aspecto sobre los empleados?

-La pregunta es cuántos de ellos están dispuestos a cambiarlo, aunque si es verdad que cada vez más y sobre todo con la llegada de las nuevas tecnologías que hacen que se vendan productos que son intangibles, como puede ser por ejemplo un software, se están dando cuenta de que el factor humano es la base para que la empresa funcione. Además este aspecto es vital para el rendimiento, y por tanto para que aumenten los beneficios de la empresa. Los empresarios deben hacer cambios y procurar que esos cambios sean motivantes para sus trabajadores.

-A la hora de trabajar la motivación también es necesario tener una buena oratoria, una materia en la que también es especialista. ¿Se puede aprender a ser un buen orador, o es algo innato?

- La oratoria es imprescindible, tanto en el plano personal como en el profesional, tanto si se habla con un jefe o se hacen confidencias a un amigo. Hablar en público requiere de unas ciertas habilidades emocionales, que si no las tienes no puedes hacer llegar el mensaje, la otra persona tiene que sentir lo que se le está comunicando, o sea que al final todo está basado en la emoción, cuando un mensaje te produce un sentimiento, ese mensaje te está llegando. De hecho las películas y libros que recordamos son aquellos que realmente nos han emocionado.

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