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La dueña de una casa considera que gracias al nuevo decreto ha disminuido la competencia desleal

Beatriz Lago es la responsable de una vivienda de uso turístico de Ousensa (Vilanova). Tiene licencia desde hace tres años -se regía por una norma anterior al decreto que entró en vigor hace dos semanas-, y está convencida de que la regulación del sector hará disminuir la competencia desleal. "Este año ya tengo todo lleno para julio y agosto, e incluso tengo reservas para junio, cuando otros años en junio no se alquilaba prácticamente nada, y en julio las reservas se hacían en el último momento, de una semana para otra. Con el decreto, los dueños de las casas le han cogido miedo y han dejado de publicar sus anuncios en internet. Entonces, al haber menos ofertas, la gente coge lo que hay". Beatriz Lago, de todos modos, opina que los negocios ilegales seguirán existiendo, "pero menos".

Beatriz Lago considera que la mayoría de los clientes acuden a este tipo de negocios en busca de tranquilidad e intimidad, "porque tienen la casa entera para ellos solos, mientras que en una casa de turismo rural alquilan por habitaciones".

Otros aspectos que se tienen en cuenta son la posibilidad de viajar con las mascotas -en Casa Benito, más del 80 por ciento de los clientes acuden con animales de compañía- y el espacio existente en el jardín, con barbacoa, una piscina infantil y hasta césped para jugar al fútbol. Un nuevo nicho en el mercado turístico que ha venido para quedarse.

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