La hostelería de Vilagarcía, con las terrazas repletas de gente a última hora de la tarde, fue otro de los sectores afectados por la pérdida masiva de suministro a consecuencia de dos averías.

El comercio, aunque permaneció cerrado durante toda la jornada dominical de Santa Rita, no se libró del apagón, ya que saltaron las alarmas, obligando a los empleados de algunas tiendas a desplazarse a ellas para desconectar el sistema de seguridad, que se había descontrolado con los vaivenes del suministro eléctrico.