Después de varios años de constante crecimiento, la demanda de ayuda que recibe Cáritas Interparroquial de Arousa parece que empieza a remitir o, al menos, a dejar de crecer. Así lo demuestra la memoria de 2016 que esta semana presentó el director de la ONG, Francisco Fernández, quien destaca que este freno de peticionarios ha permitido "prestar ayudas más en profundidad, donde antes no podíamos llegar". Y es que aunque el número de personas atendidas se mantuvo en niveles similares a los de los dos años anteriores (642 en 2016, 661 en 2015 y 682 en 2014), el presupuesto de la entidad creció notablemente en solo un ejercicio, al pasar de poco más de 300.000 euros a casi 390.000. El 41% de los recursos económicos lo absorbió el comedor social de la Praza da Constitución, seguido de la casa de San Cibrán (22%) y el comedor sobre ruedas (14%).
| De 34 a 49 años. Es el perfil mayoritario de los usuarios de Cáritas (260). Le sigue el de 50 a 65 años (207 ciudadanos) y el de 18 a 33 (106). Por sexos, continúan predominando los hombres (372) frente a las mujeres (270). Aunque el número de personas atendidas fue de 642, el de beneficiarios rozó el millar (913), ya que también se incluyen los familiares que no acuden de forma presencial a pedir ayuda. Otros datos que destaca la ONG son que el 90% de las personas atendidas son de origen español, que 345 de familias atendidas son unipersonales y que los ingresos mensuales de los usuarios se sitúan en 340 euros de media.
| Atención primaria. En este programa fueron atendidas 580 personas, llegando a un total de 863 beneficiarios. Destacan desde Cáritas que "junto a la atención básica de personas sin hogar, este es un servicio de referencia para muchas familias del arciprestazgo de Arousa en situaciones de vulnerabilidad y que demandan apoyo en cobertura de necesidades básicas y otras específicas como son el gasto farmacéutico, escolar, pago de vivienda y suministros". En este sentido, Fernández hace hincapié en el nuevo perfil de demandantes: trabajadores que necesitan ayuda porque no llegan a fin de mes. Es decir, trabajadores pobres. "Suelen ser hombres con sueldos pequeños, que tienen hijos y el cónyuge está en el paro", ejemplifica el director de Cáritas, que no se olvida de recalcar que las ayudas para medicinas continúan creciendo, en la línea de años anteriores.
| Comedor, ropero y peluquería. El comedor social ha alimentado a lo largo de 2016 a 235 personas que han recibido un total de 14.161 comidas. En cuanto al ropero, dio servicio a 242 ciudadanos. Como novedad, el pasado mes de septiembre se puso en marcha un servicio de peluquería que presta una voluntaria una vez a la semana. En lo que respecta a higiene y lavandería, es decir, servicio de ducha y lavado de ropa, fue utilizado por 99 participantes.
| San Cibrán. Recurso que funciona desde 2005 para dar una respuesta de acogida a personas y familias sin hogar y en grave riesgo de exclusión. A lo largo de 2016 fueron atendidas 20 personas, que se beneficiaron de 326 intervenciones de orientación y acogida, 2.660 de alimentación, 433 de vivienda y organización del hogar y 716 de salud.
| Proyecto Siembra. Los responsables del funcionamiento del invernadero de Sobradelo son los usuarios del centro San Cibrán, que acuden a diario a la explotación agrícola para obtener los productos y adquirir habilidades sociolaborales. En 2016 participaron 14 personas.
| Comedor sobre ruedas. Funciona desde 2006 para facilitar a las personas mayores la permanencia en sus hogares el máximo tiempo posible, proporcionándoles una dieta adecuada y un servicio de proximidad. El año pasado Cáritas atendió mediante este recurso a 27 personas, a las cuales proporcionó 4.945 comidas.
| Arrumí. Proyecto en marcha desde hace dos años que trabaja con mujeres de etnia gitana con el objetivo de que mejoren sus condiciones de vida y ello repercuta en sus familias y en su comunidad. La ONG acude a las viviendas, y además las usuarias participan en distintos talleres. En 2016 se desarrollaron 16 que llegaron a 15 mujeres.
| Informe económico. Casi el 60% de los recursos económicos de Cáritas Interparroquial Arousa proceden de las administraciones públicas (36% de IRPF, 12% de la Xunta y 10% del Ayuntamiento de Vilagarcía y de la Diputación de Pontevedra). Las aportaciones de los socios apenas sustentan el 4% del presupuesto (un 4,3% exactamente), con 16.724,45 euros. Sin embargo los donativos, herencias y legados superaron el año pasado los 100.000 euros, o lo que es lo mismo: representan el 26,3% de dinero que la entidad religiosa sin ánimo de lucro manejó el año pasado. Así, Francisco Fernández se muestra muy agradecido por la colaboración recibida, ya que Arousa "es una comarca muy solidaria", enfatiza el director de la ONG. Con respecto a las colectas, sufragaron el 6% de los gastos.
Una de las buenas noticias que destaca Cáritas en el balance de 2016 es el efecto positivo que han tenido los convenios que los ayuntamientos, como es el caso del de Vilagarcía, han firmado con compañías eléctricas para evitar cortes de luz a las familias que por razones económicas no pueden afrontar la factura del suministro. "Ha sido una gran medida que hemos notado mucho. Antes le cortaban la luz a la gente y teníamos que pagar el enganche además de los recibos adeudados", recuerda Francisco Fernández.
Con motivo de los convenios, las ayudas de Cáritas para electricidad han descendido. Las que también han bajado pero pese a ello continúan a la cabeza del ranking -y con mucha diferencia a las demás- son las de alimentos, con 22.516 intervenciones.
