A sus cuarenta años Alberto Diz, junto a su familia, lleva más de media vida participando de manera activa en la organización del Arousa Fútbol-7. Un evento que ha puesto a Vilagarcía en el mapa de referencia de las grandes canteras del planeta fútbol. Hoy mismo A Lomba vuelve a dar cabida a una competición admirada en muchas partes del mundo.
-¿Se ha parado a pensar en algún momento en todo en lo que se ha convertido este AF7?
-Más de una vez, pero nos cuesta tener la perspectiva y la dimensión que cogió esto. Nos lo comentan muchas veces. La verdadera dimensión del torneo, desde dentro, es complicada de ver. Estar dentro y no tener tiempo para nada también te permite no mirar hacia abajo y padecer de vértigo.
-Además esta edición apunta claramente a la mejor de la historia por la grandeza de los clubes reunidos.
-En los últimos años la diferencia son matices. Intentas refrescar más que nada el cartel que viene siendo muy bueno los últimos años. La verdadera aspiración es conseguir la igualdad y máxima competitividad futbolística. La selección la hacemos en base a la metodología que se utiliza en cada club. Este año habrá clubes campeones de Europa que no pasarán a las eliminatorias, pero eso quiere decir que se disfruta de cada partido con el máximo nivel futbolístico y de excelencia posible.
-Se han metido ustedes en una vuelta de tuerca continua para que el crecimiento del torneo sea un no parar.
-Ese es el espíritu de toda la gente involucrada. Buscar la mejora continua. En algunos aspectos tenemos límites y tenemos que buscar la mejora en los detalles como involucrar a terceros, darle un aire social, visitas culturales, el trato? Quieres estar a la altura de las pretensiones de todos los clubes y de todos los imprevistos. Tratar de complacer a todos y mantener el vínculo en forma de amistosos con equipos de la comarca que han jugado la previa y darle su protagonismo con esta fiesta del fútbol. Queremos tejer lazos continuos y fuertes en muchos aspectos.
-Hoteles llenos, durante la fase previa y la fase final, restaurantes beneficiados, hostelería.. ¿se han parado a calcular el retorno económico que se queda en la comarca gracias a este AF7?
-Sí lo pensamos, pero habría que contratar a un auditor. Nosotros sabemos el volumen de gente que movemos y las facturas de hotel que pagamos. En estas fechas es muy difícil encontrar habitaciones. ¿Cuantificar todo este jaleo? Nunca lo hicimos y quizá deberíamos. Nos vendría bien a nosotros mismos como organizadores. Hace falta hacer ver lo que supone esto para ponerlo en valor. La venta anticipada se agotó porque hay mucha gente interesada en venir a Vilagarcía y ver este torneo y dejar beneficio en la ciudad. Son cosas que sería bueno cuantificar.
-Posiblemente, gracias a este torneo, habrá neozelandeses, ingleses u holandeses, que vuelvan aquí de vacaciones. Se ha dado cuenta de que se han responsabilizado de buena parte de la imagen externa de la comarca.
-Seguro porque ya pasó. Con Wellington vienen ocho padres con el grupo y vendrán más después. De Holanda suele venir bastante gente. No es la primera vez que en verano te encuentras con gente. Nos hemos encontrado gente de Amsterdam que ha vuelto en verano con toda la familia. Se conoce Vilagarcía en buena parte por esto. El Genk contactó con nosotros porque coincidió con el Inter en otro torneo y el propio Inter nos hizo de embajadores. Otros hablan de ti y de Vilagarcía y eso es una publicidad impagable. También las televisiones tienen mucho que ver. Barça TV y Real Madrid TV se han interesado incluso por emitir el torneo.
-¿Recuerda alguna anécdota en este sentido?
-Entrenadores del Real Madrid que te llaman en el mes de agosto porque estaban en A Illa y querían comer. Cosas de ese tipo. Parte de la experiencia humana es lo que te queda como las amistades que tenemos incluso en Japón. Gente que quiere venir en agosto para pasarlo aquí con la familia.
-El compartir experiencias con niños de tan diversas procedencias también produce una catarsis de costumbres y rutinas que daría para escribir un libro.
-En eso es donde queremos poner el foco. Ojalá pudiéramos hacer más actividades en común fuera del campo de fútbol. Que convivan en un mismo sitio distintas culturas en una edad clave para su formación humana y deportiva es algo increíble. Ese crisol es el capital de torneo. Es una de las cosas que diferencian al AF7. Queremos despertar el gusanillo también por ahí. Hay idiosincrasias de cada país que también gustan, como la haka del Wellington de Nueva Zelanda.
