"Levantábamos los miños y entre los lenguados, rayas y rodaballos vimos un pez muy raro por lo que decidimos comunicarlo a los responsables del Aquarium Finisterrae por si les interesaba exponerlo en sus tanques", explicaba ayer el patrón del Ariño, el grovense Francisco José Padín.
Los técnicos le pidieron fotos y lo identificaron como un esturión europeo (Acipenser sturio), una de las especies marinas más amenazadas en aguas europeas por lo que varios centros científicos procuranmodos para su conservación.
Y esto es lo que pasó con este "sollo" que ya ha sido identificado porque el ejemplar formaba parte de ese proceso experimental que se lleva a cabo en el "Institute National de Recherche en Sciences el Technologies pour l´environnment et l´agriculture" (Irstea) de Burdeos, en el sur de Francia.
De ahí que su localización sea especialmente interesante para los científicos que lo habían soltado en 2010 en aguas de la Gironda y pretendían hacer un seguimiento de su evolución en aguas marinas.
Por ello en el Aquarium de A Coruña dieron especial valor al gesto de los cinco marineros del buque grovense cuando comunicaron el hallazgo ya que ahora se pueden contrastar las muestras que determinen numerosos factores importantes para la protección de una de las especies más amenazadas en el medio marino.
Francisco Padín asegura que no es la primera vez que sube a su barco una especie extraña y que hace ya unos años ya entregó al acuario de O Grove otro pez de una familia desconocida y de unos 50 centímetros de longitud.
Pero el esturión ha sido la pieza de más valor científico en los veinte años de navegación del Ariño. En el instituto galo han agradecido enormemente la comunicación del hallazgo porque explican "los datos obtenidos son de una enorme importancia para el programa de recuperación de la especie, pues aporta información útil sobre la vida del animal en el medio marino desde que fue liberado cuando contaba un año de edad".
Y además se da la circunstancia de que el centro francés tiene una enorme vinculación con la Estación de Hidrobioloxía Encoro do Con, de Vilagarcía, cuyo personal también es experto en la vida de los peces migratorios.
De ahí que los técnicos vilagarcianos tengan previsto desplazarse a Burdeos con el fin de contribuir al estudio sobre las muestras recogidas del ejemplar capturado el pasado 11 de abril en aguas de A Coruña.
Sin duda sus resultados serán básicos para conocer las causas de la extinción de esta especie en aguas gallegas, pues hasta mitad del siglo pasado abundaba en aguas del Miño, pero la presión urbanística, humana y otras causas han provocado su extinción absoluta.
La rareza del esturión viene dada por el hecho de que se trata del último ejemplar de teleósteo (peces con hueso en lugar de espinas) con una antigüedad que se estima en más de 120 millones de años.
Habita en aguas costeras europeas y en España fue común en aguas del Guadalquivir, de donde también desapareció a mitad del pasado siglo. Sin embargo todavía hay zonas de Granada y del Valle del Arán donde persiste esta especie.
El patrón del Ariño Francisco Padín reconoce que aunque satisfecho por haber contribuido con la ciencia siente una cierta decepción pues el esturión murió al día siguiente de su captura. "Los científicos del acuario de A Coruña ya me dijeron que el 90% de estos peces se mueren a las 24 horas de ser capturados por el estrés que sufren". De todos modos, el ejemplar va a ser tratado de forma que será expuesto en breve en el acuario coruñés con el fin de que pueda ser contemplado por el público.
Se trata de una ocasión especial para conocer una especie tan antigua como la lamprea y con un estilo de vida muy parecido, al combinar su hábitat en aguas marinas y también de río, donde desovan.
