En las lonjas, y sobre todo en los colectivos de marisqueo a pie y a flote, existe preocupación por los precios de los bivalvos, en algunos casos bajo mínimos en esta época del año.
Tanto es así que algunas cotizaciones de las rulas rozan el ridículo, como se apreció hace unos días en el puerto de Rianxo, donde el berberecho se desplomó hasta los cinco céntimos por kilogramo.
Ese mismo día los mínimos de este bivalvo fueron de cincuenta céntimos por kilo en Vilanova, sesenta céntimos en el puerto de Carril y de 1,74 euros en el de Cambados.
Es solo un ejemplo, ya que las bajas cotizaciones se aprecian en otras muchas especies y también en otros puertos y rías de Galicia.
De ahí que en el sector se escuchen voces que piden la implantación de precios de retirada, es decir, tarifas que una vez alcanzadas provocan impiden la venta del producto, de manera que es devuelto al mar o almacenado hasta el día siguiente, dependiendo de la especie de que se trate.
Para entender la situación puede decirse que la almeja babosa marcó este año en Galicia mínimos de 2,80 euros por kilo, mientras que en 2016 no había bajado de los cinco euros.
Pero eso no es todo, ya que la almeja rubia cayó en el presente ejercicio hasta 1,60 por kilo, la japónica salió a 1,90, el longueirón marcó mínimos de 4,5 y la vieira llegó a situarse en 3,80.
Tomando como referencia los precios medios en lonja, puede decirse que hasta la fecha la babosa salió a catorce euros, la almeja fina a 26, la japónica a siete euros, el berberecho a casi cuatro por kilo y el longueirón se subastó por debajo de diez euros el kilogramo.
