Pilar González Dopazo, tomaba ayer posesión de su plaza de edil en el transcurso del pleno ordinario que se celebraba a las 20 horas, y que respondía a la sesión que debía celebrarse el primer segundo lunes de abril, pero que se aplazó a causa de las vacaciones de la secretaria. La hasta ahora asesora de la alcaldía, que vestía para la ocasión traje chaqueta en tonos beige y negros, y que optó por la fórmula del "prometo", viene a suplir la vacante dejada por el edil de Padrenda, Rubén Casal Radío, que había renunciado al cargo hace unos meses por razones de índole personal.

Natural de Dena, Pilar González es licenciada en Derecho y concurriera a las elecciones en el número ocho de la lista, pero se quedó fuera de la corporación al perder el Partido Popular tres ediles sobre los anteriores comicios, cuando Lourdes Ucha contaba con ella para el área de educación.

Tras la toma de posesión la alcaldesa dio cuenta de una reorganización del gobierno local, consecuencia de la nueva incorporación. En ella Pilar González pasa a integrar dos comisiones, que son Cultura y Uducación, además de urbanismo. A la vez se convierte en la representante del gobierno local en los consejos escolares, lo que supone, en la práctica, asumir justo las funciones que antes había desempeñado Rubén Casal.

Eso sí, su nombramiento como edil supone la renuncia a seguir desempeñando las labores de asesoría. A preguntas de la oposición sobre si otra persona pasaría a realizar en lo sucesivo dicha función la alcaldesa no fue precisa. Sobre la posibilidad de que la propia Pilar González o, en su caso, otro edil pasara a disponer de dedicación parcial en el futuro, Lourdes Ucha instó a esperar a una reorganización del gobierno que, de cristalizar, se traería a un próximo pleno.

Mientras, Pilar González reconocía a FARO DE VIGO, tras la sesión plenaria, sentirse "ilusionada, pero a la vez responsabilizada, con esta nueva función, y con el proyecto que con ella se abre, para el que, soy consciente, va a tocar trabajar mucho en pro de los vecinos".

Durante la sesión se dio cuanto también del importe de la liquidación del presupuesto de 2016 que se saldó con un superávit de algo más de 450.000 euros. La mala noticia es que, con la nueva ley de estabilidad presupuestaria, se penaliza no sólo a los concellos que gastan de más sino también a los que ahorran en exceso. Y en esta última tesitura está Meaño que, con los expedientes de modificación de crédito y con una parte del presupuesto pasado sin ejecutar, se encuentra con su superávit mayor de lo que permite la ley, la cual le impide ahora al concello gastar todo ese dinero. Mientras que Ucha manifestó estar en desacuerdo con la ley desde la oposición, tanto Independentes de Meaño como el PSOE, fueron muy críticos con el grupo de gobierno. José Manuel Aspérez (Meaño Independente) precisó que "es muy difícil justificar ante los vecinos que gastamos poco y por encima ahora no podemos ni invertir ese dinero ahorrado, cuando Meaño tiene más necesidades.