Martín Dadín Casal nació en Castrelo (Cambados) hace 35 años y se dedica a la recolección de cebo de pesca. Hace poco más de un año, el 7 de abril, le diagnosticaron leucemia. Los tratamientos han conseguido que la enfermedad remita, pero como el propio Dadín recuerda, uno nunca puede afirmar que esté "curado" de leucemia. Una prima suya, algo mayor, la sufrió dos veces: una a los 14 años, y otra vez a los 29. Pero en ambas logró salir adelante, y hoy es madre. Un ejemplo y un estímulo para Marcos Dadín, a quien está dedicada la Andaina Solidaria que este domingo por la tarde celebra por el litoral de Castrelo la asociación de mujeres rurales As Saíñas.

-Al preguntarle cuándo le diagnosticaron la enfermedad contesta con una fecha concreta. ¿Se puede olvidar un día así?

-No, eso no se olvida nunca, te queda grabado para siempre.

-¿Qué pensó o sintió en ese momento?

-Se te viene el mundo encima. Pasado un tiempo pensé que había que tirar hacia adelante y punto. No podía pensar en lo malo.

-Tiene una prima carnal que superó la leucemia dos veces.

-Eso me ha ayudado mucho. Es como un ejemplo a seguir. Aunque los tipos de leucemia que hemos sufrido no sean los mismos.

-¿Tiene esta enfermedad algún componente hereditario o de transmisión genética?

-No, el hecho de que nos haya sucedido a mi prima y a mí es una coincidencia.

-¿En qué situación se encuentra ahora mismo usted?

-Después de que me detectasen la enfermedad me hicieron varias sesiones de quimioterapia en Pontevedra, y se logró que la enfermedad remitiese. Y el 26 de agosto me hicieron un trasplante de médula en el Álvaro Cunqueiro de Vigo. Desde entonces tengo que someterme a un seguimiento continuo, a revisiones semanales. Y en estos momentos estoy ingresado por una infección. Durante un tiempo, mi cuerpo será más vulnerable a las infecciones.

-¿Se puede decir que está usted curado de la leucemia?

-No se habla de curación como tal, sino de remisión.

-¿Es complicado sobrellevar el día a día sabiendo que la enfermedad puede reaparecer en el futuro?

-Es algo en lo que intento no pensar, aunque es cierto que está ahí, y que siempre tienes presente cuando vas a hacerte un control. A nivel psicológico es duro.

-¿Le cambió la leucemia la forma de ver la vida?

-Ahora valoro más las cosas que no son materiales. Le doy más valor a cosas pequeñas, como el simple hecho de ir a dar un paseo hasta la playa o de quedar con alguien para tomar un café. Ahora no pienso en que me gustaría comprar una determinada cosa, sino en lo que me gustaría hacer.

-¿Podrá acudir a la 'andaina' del domingo en Castrelo?

-Creo que no. Pero a las mujeres rurales que la están organizando les estaré eternamente agradecido por todo el esfuerzo que están haciendo y por lo maravillosas personas que son.