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Arousa conquista León con el baloncesto como estandarte

Los partidos del Cortegada y el Xuven en la capital castellana movilizaron a más de 500 personas de Vilagarcía y Cambados

Nada faltó para la animación en la afición del Cortegada. // FdV

Baloncesto en estado puro es lo que se pudo disfrutar este fin de semana en León. Los motivos para que centenares de arousanos se desplazasen a la capital del antiguo reino de Castilla eran evidentes. Por un lado la fase de ascenso a Liga Femenina que disputó el Cortegada. La culminación a una temporada que se solapaba en día y escenario con la última jornada de la histórica liga regular protagonizada por el Xuven de Cambados y que se culminó con la segunda posición.

La delegación vilagarciana fue la primera en llegar. El pasado jueves se disputó el primer partido del equipo dirigido por Rubén Domínguez y allí estaban los primeros aficionados para apoyar. Muchos de ellos no dudaron en solicitar días de sus vacaciones a sus respectivas empresas para poder vivir las cuatro intensas jornadas de las que contaba la fase.

Ni siquiera la derrota del primer día menguó las ganas de estar al lado del Cortegada en su asalto por volver otra vez a la máxima categoría del baloncesto femenino español. La victoria sobre el Leganés el viernes animó a más gente a desplazarse a León el fin de semana y en el partido del sábado ante el Ciudad de los Adelantados, el número de aficionados se dobló literalmente en número.

La masiva presencia de seguidores también tuvo una representación importante en las niñas de las categorías base de la entidad. No faltaron las camisetas de las jugadoras ni tampoco cualquier objeto que sirviese para hacerse notar en las gradas del imponente Palacio de los Deportes de León.Desde bombos, hasta bufandas y pasando por cánticos de todo tipo. Todo servía para dar aliento a un equipo que se quedó a solo cinco minutos de volver al cielo del baloncesto femenino español.

Uno de los momentos más emotivos del fin de semana leonés para toda la parroquia blanquiazul fue cuando equipo y afición se fundieron en uno solo tras la derrota ante el Movistar Estudiantes. Las muchas niñas que se desplazaron con sus padres fueron las primeras en bajar a la cancha a consolar a las jugadoras, en ese momento, muy tocadas por un resultado que las dejaba a nada de conseguir el logro más importante de sus carreras.

Incluso el mismo domingo fueron muchos los aficionados que se desplazaron exclusivamente para ese partido en León, aportando más colorido a una grada que se dejó todo por animar a su equipo.

Los cambadeses también hicieron que el amarillo fuese un color de moda en León. Hace varias semanas ya se organizó la expedición con la intención de que ese partido ante el Agustinos sirviese al Xuven para consumar el ascenso a LEB Oro, y pese a que las cosas se torcieron en las semanas previas, ningún cambadés varió sus planes para hacer sonar el grito de Xuven en la rúbrica a una temporada regular para el recuerdo.

El autobús puesto por el club se quedó demasiado pequeño para tanta fiebre amarilla. El agradecimiento por tanto al equipo a la conclusión del partido se convirtió en el momento más emotivo de una temporada que aún promete más.

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