A diferencia de lo sucedido recientemente en el Concello de A Illa, los núcleos costeros consolidados de O Grove que se veían afectados por la Ley de Costas quedan definitivamente a salvo. Y es el caso de Rons, Agriños-Gandariña, Virxe das Mareas, Moreiras, Reboredo, A Iglesia-Playa de A Barcala, Área 11 en Sanatorio, Carreiro, Espiño-Bizocas-Correiro, Sobre do Pozo, As Laxes e Insuiña.
Así lo confirma el alcalde meco, José Cacabelos, tras recibir comunicación del Tribunal Supremo según la cual no se presentó recurso por parte del Estado contra la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que, precisamente, daba la razón a los intereses mecos.
El primer edil se muestra "muy satisfecho" por el resultado e indica que "la sentencia significa que todas las viviendas que estaban amenazadas de derribo, incluida aquella tan conocida de Quico Bea en defensa de la cual llegó a movilizarse el pueblo de O Grove, quedan totalmente salvaguardadas".
Añade que "la sentencia es firme, y aunque esto no significa que vayamos a crear núcleos de desarrollo en esas zonas, sí queda muy claro que las edificaciones amenazadas ya no corren peligro, y todo gracias al trabajo que realizó este gobierno en su defensa".
Así pues se da por buena la sentencia de octubre pasado dictada por el TSXG aceptando un recurso presentado por el Concello contra las resoluciones del Ministerio de Medio Ambiente para salvar los núcleos costeros consolidados.
A principios de febrero el propio Cacabelos explicaba aquella sentencia del TSXG diciendo: "Nos da la razón porque reconoce los núcleos, de forma que las viviendas ya existentes entre los cien y veinte metros quedan reconocidas y salvaguardadas, incluidas las que tienen orden de demolición, aunque esto no significa habilitar construcciones nuevas".
El TSXG daba la razón al Concello "en nuestro recurso contra la resolución de Costas que no reconocía los núcleos costeros".
Reconocía el alcalde que "la sentencia no entra en el fondo, sino que cuestiona la forma en que Costas resolvió, y por ello nos da la razón", y precisamente por esta razón advertía de que aquella sentencia no era firme, "y por tanto debemos acogerla con toda la cautela posible". Ahora da por confirmada aquella "buena noticia, sobre todo para los vecinos que se enfrentaban a la orden de demolición de sus viviendas".
Para entender todo lo sucedido el máximo mandatario explicaba, y ayer volvió a abundar en ello, que "en el ámbito de estos núcleos aquellas viviendas construidas antes del 1988 y que estaban fuera de ordenación, algunas con órdenes de demolición, quedan salvadas por esta decisión judicial que reconoce las mismas en la franja que va de los cien a los veinte metros".
