El Ministerio de Educación aseguró ayer que M.L.P.A., la cambadesa de 49 años que aseguró ser víctima de acoso escolar en un instituto de Pontevedra, mantendrá su beca de este curso. "No solo no se le ha pedido que devuelva los 1.500 euros que ya se le ingresaron, sino que en los próximos días se le pagará la parte variable de la ayuda que le corresponde", apuntaron ayer fuentes oficiales.

M.L.P.A. aseguró el jueves que esa misma mañana una mujer que se identificó como funcionaria del Ministerio la llamó para advertirle de que tendría que devolver los 1.500 euros que ya había cobrado de la beca, así como los intereses correspondientes desde el 15 de diciembre pasado.

E insiste en esta afirmación tras la réplica del Ministerio. "Me dijo que tenía que devolver la beca porque al cambiarme de centro antes de terminar el curso no me correspondía la ayuda. Yo le pedí que me lo notificase por escrito, y me dijo que sí que me lo mandaría", señala la arousana. Además, la cambadesa no cree que haya sido víctima de un engaño. "La persona que me llamó conocía muchos datos administrativos de mi beca", asevera.

Pero desde Madrid niegan tajantemente esta versión. "Desde el Ministerio no se llamó a la estudiante para pedirle que devuelva la beca", apuntan las citadas fuentes gubernamentales en conversación telefónica. "En cualquier caso, se le habría enviado una notificación por escrito, no por teléfono".

Educación insiste en que en los próximos días, la supuesta víctima de acoso escolar recibirá el dinero que le corresponde como ayuda variable, y cuya cuantía se obtiene de un cómputo relacionado con la renta económica de la unidad familiar y las calificaciones académicas del alumno.

La denuncia

M.L.P.A. es una cambadesa de 49 años que a principios de curso se matriculó en un ciclo relacionado con la hostelería en un instituto de Pontevedra, pues según ella le ofrecieron un puesto de trabajo para el verano, siempre y cuando tuviese una titulación oficial.

Según su relato, fue víctima de acoso por parte de un grupo de compañeros de entre 18 y 20 años, y la situación llegó a tal extremo que decidió trasladar su matrícula de Pontevedra a Santiago, para terminar sus estudios. Ese cambio de centro habría motivado su supuesto problema con la beca, si bien Educación niega que haya tal controversia.

La arousana estuvo asesorada en todo momento por Carmen Cabestany, secretaria de la asociación catalana No al Acoso Escolar (NACE), y tuvo que ser atendida en un centro de salud y por una psicóloga por un episodio ansioso-depresivo, según consta en documentos oficiales. A finales de enero le comunicó por escrito su situación a la dirección del instituto, y la dirección confirmó el jueves a este periódico que se abrió una investigación a raíz de dicho comunicado.

El director señala que se interrogó a todos los alumnos y profesores de clase, y que se determinó finalmente que no había existido acoso alguno, sino un problema "puntual" a la hora de elaborar un trabajo de grupo. El docente señalaba igualmente que existe una importante "disparidad de edades e intereses", y que se llamó a M.L.P.A. para que se reincorporase. La alumna está pendiente de hacer sus exámenes ahora en Santiago.