El alcalde de Vilagarcía, Elpidio Villaverde, dejó escrito en 1933 que "la ocupación de tan elevado puesto por un hijo de Villagarcía de las incomparables dotes del Sr. Gómez Paratcha, habrá de repercutir necesariamente en los intereses morales y materiales de este pueblo, haciendo por ello cuando sea posible para que llegue a ser una urbe que ocupe en la región gallega el lugar que por su situación y por la abnegación de sus habitantes le corresponde".

Era al fin y al cabo lo que deseaba por entonces cualquier vilagarciano: que de alguna forma la situación de este ilustre personaje redundara de alguna forma en el bienestar de su pueblo.

Por ello, y a través del pleno municipal, quiso el alcalde agradecer de antemano la acción de Gómez Paratcha hacia Vilagarcía: "Desde su sitial de la presidencia se congratula haciendo un llamamiento a todos los habitantes para que deponiendo actitudes, piensen tan solo en el bienestar de Villagarcía teniendo la seguridad que habrán de ser recibidos con los brazos abiertos; y termina proponiendo a la Corporación que vea la manera de perpetuar la fausta fecha de la designación del amigo querido de todos, Sr. Gómez Paratcha para uno de los puestos de la más alta Magistratura de la Nación".

Todos los concejales se emocionaron por el nombramiento, pero fue sobre todo el Sr. Abalo el más entusiasmado, hasta el extremo de proponer "que se coloque en el salón de sesiones el retrato de Gómez Paratcha y una placa con la fecha de su designación para tal alto cargo".

Pero, ¿Quién era el nuevo ministro de Industria y Comercio? De procedencia catalana por parte de su madre, nace en Vilagarcía de Arousa, el 30 de agosto de 1884, dentro de un notable ambiente cultural, licenciándose en Medicina y dedicándose a la misma en su pueblo, estrenando consulta en septiembre de 1910 junto a otro médico muy conocido en la comarca, José Viqueira Barrio. Ambos disponían en su clínica de algo que apasionaba a los paisanos: un aparato de rayos X, algo novedoso en la comarca.

Se inicia en los ambientes políticos locales por su apoyo en un grupo denominado "Juventud de Defensa", organización de matiz conservador nacionalista, conociendo y acompañando a personajes famosos de la política nacional a su paso por la comarca, tal como Francisco Cambó.

Participa en actos de carácter regionalista, relacionados con las "Irmandades da Fala", a la vez que colabora en las entidades culturales y recreativas del municipio.

En 1919 trata de introducirse en la política nacional, siendo candidato al cargo de diputado por Cambados, pero en aquellos años, los cargos estaban más que sentenciados de acuerdo con los partidos políticos en el poder. También trata de meterse en la política provincial intentando ser nombrado diputado provincial para la Diputación Provincial de Pontevedra.

Dotado de creencias religiosas bien consolidadas, asiste a eventos católicos importantes tal como el Congreso Eucarístico de Australia, acompañando posteriormente al nuncio de su Santidad en España, monseñor Tedeschini en sus viajes a Galicia, y todo ello consolidado por la sencilla razón de que era el médico de la familia Calderón, personaje muy conocido en la comarca por sus riquezas y viajes, en ocasiones relacionados con la Iglesia Católica.

Alcalde de Vilagarcía desde abril de 1922, apenas tiene tiempo de realizar una labor estable , ya que diciembre deja el cargo para trasladarse a Madrid, recibiendo sin embargo una despedida de las que hacen época, por la diversidad y cantidad de personajes y entidades tanto culturales como económicas y sociales, tal como sociedades agrarias y obreras del municipio.

Ya desde el año 1930 empieza interesarse por las organizaciones republicanas, hasta que en septiembre de dicho año es nombrado presidente del Centro Republicano de Vilagarcía, militando en la Organización Republicana Gallega, más conocida como ORGA, y en las elecciones a las Cortes Constituyentes se presenta dentro de la Conjunción Republicano-Socialista-Agraria, por la provincia de Pontevedra, siendo elegido diputado, y de entrada ocupa la cuarta vice presidencia del Congreso.

Toda una muestra de éxito inicial en la política nacional, que el ayuntamiento de Vilagarcía celebra enviándole la correspondiente felicitación, a la que responde el nuevo diputado, "saludando a la Corporación y agradeciendo en elevados conceptos el mensaje de felicitación que esta le había enviado por su exaltación a la cuarta vicepresidencia del Congreso. Hace el Sr. Gómez Paratcha, protestas de su gran cariño a Villagarcía, y dice que cuando tuvo que presidir por breves momentos la Cámara, su alma y su pensamiento está todo en este pueblo que le vio nacer".

Entre sus actuaciones en las Cortes, destacar la enmienda, que junto a los diputados gallegos, Fernández Osorio, Sánchez Picallo, Castelao, Basilio Álvarez, Poza Juncal y Villar Ponte, presentó para que "los españoles nacionalizados en los países de América, recuperarán automáticamente sus derechos civiles y políticos españoles al reincorporarse al territorio nacional".

Posteriormente, en una presentación conjunta entre el Partido Galleguista y la Federación Republicana Gallega, Gómez Paratcha firmó la enmienda según la cual "el castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene la obligación de saberlo y derecho a usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que se disponga en las leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento i el uso de ninguna lengua regional".

Por fin llegamos al momento culminante de su carrera, cuando es nombrado Ministro de Industria y Comercio, tras lo cual regresó a Vilagarcía en donde se le hizo un esplendoroso recibimiento, con una caravana de 40 coches, el gobernador civil, jefe Obras Públicas, coronel de la Guardia Civil y demás, junto a las consiguientes visitas al Centro Republicano, el Nuevo Club, Centro Recreativo de Carril y otros.

Tras dejar el Ministerio de Industria y Comercio, que según la prensa Compostela, "es uno de los gobiernos más endebles de toda la República". Se presentaría de nuevo a las elecciones nacionales para diputado, pero sin obtener resultado.

Luego ya vino la guerra civil, en la que es detenido Laureano Gómez Paratcha, "y tras ser desterrado al balneario de Cabreiroá, en Verín, es sometido a consejo de guerra y condenado a doce años de cárcel, condena que se suavizo con el tiempo, y tras salir de la cárcel, en el año 1951 marcha a Buenos Aires, lugar en que residía por entonces su hermano Vicente, "deseoso de descansar y reponer su vida".