Varios de los integrantes de la expedición cosaca llegaron directamente desde Moscú, y con ellos trajeron un icono ortodoxo que fue descubierto hace justo 100 años. El 21 de octubre de 1917, pocos días antes de la Revolución Rusa, era localizada esta imagen, que, tras ser restablecido el culto en el país eslavo se ha convertido en todo un símbolo para los cosacos.

El icono ha recorrido gran parte del país, en procesión por diferentes templos, y no podía faltar en una expedición como la que partió ayer del muelle de Vilanova, ya que estará presente durante los dos actos religiosos que la comunidad de cosacos va a protagonizar en la Catedral de Santiago de Compostela a lo largo de la jornada de hoy.