La flota de la vieira de Cambados cierra hoy una de sus mejores campañas de la década. Se han extraído más de 80 toneladas de marisco -también se contabilizan las aportadas este mes por los marineros de Bueu, en la ría de Pontevedra-, con lo que se supera con creces las cifras de 2016. Pero también ha sido una buena campaña para el sector por otros motivos.

Uno de ellos es que desde que se inició la extracción, a principios de noviembre, la toxina amnésica (ASP) no hizo su aparición en la ría, de modo que la flota pudo trabajar durante casi cuatro meses sin sobresaltos. Solo pararon dos semanas después de Navidades, pero no fue un parón obligado por la toxina, como otras veces, sino planteado por la empresa Porto de Cambados por razones operativas.

Otro argumento para la satisfacción entre los marineros es que han cobrado más que en los últimos años. Así, por ejemplo, en la campaña del otoño-invierno de 2015 y 2016 cobraban el kilo de vieira a 4,75 euros el kilo antes de Navidades, y a 4,25 después de las fiestas.

Este año, sin embargo, Porto de Cambados adquirió con los pescadores el compromiso de que les pagaría a 4,75 euros el kilo tanto antes de la Navidad como después. Además, avanzaba que si las cosas iban bien incluso podrían pagar algo más durante las semanas grandes de las fiestas. Y han cumplido.

Los armadores no han cobrado en ningún momento por debajo de los 4,75 euros por kilo de vieira, y en Navidad llegaron a recibir 5 euros el kilo. Algo que ha sido posible gracias a la buena respuesta que el marisco arousano ha tenido en los mercados. "Ha sido una Navidad muy satisfactoria desde el punto de vista comercial", señala Mar Ambroa, que es la gerente de la empresa Porto de Cambados.

El patrón mayor, Ruperto Costa, aduce a su vez que "ha sido una buena campaña, y estamos muy contentos con la respuesta del consumidor". Y valora especialmente la fidelidad de algunos clientes, que siguen prefiriendo la vieira gallega a la foránea, pese a que la primera es sensiblemente más cara. "Nuestra vieira está afianzándose en el mercado, sobre todo entre la hostelería, que quiere apostar por un producto de calidad".

Esta temporada de extracción ha habido bastante más marisco que el precedente, pero ahora toca dejar descansar el recurso para el próximo otoño. Además, suele abandonarse la extracción de este bivalvo entre finales de febrero y principios de marzo, pues con el aumento de la temperatura del agua empieza el ciclo de desove de la especie.