Los bateeiros gallegos se encuentran, casi sin esperárselo, con un tiempo de juego extra; una especie de prórroga que les permite trabajar en trece polígonos bateeiros reabiertos ayer, después de que el viernes pasado cerraran de golpe 21 debido a la presencia de un nuevo e importante episodio tóxico.

La explicación es tan sencilla como natural es el proceso. El nivel de células tóxicas, esta vez a causa de la toxina paralizante (PSP) resulta extremadamente alto en la plataforma continental, en gran medida debido a las condiciones registradas durante el otoño y prácticamente casi todo el invierno. Por tal motivo, a raíz de los pasados temporales se intensificaron los afloramientos, lo cual es tanto como decir que el fitoplancton portador de biotoxinas se adentró con fuerza en las rías, obligando a cerrar el 40% de los polígonos mejilloneros, como explicaba FARO DE VIGO el sábado.

Lo que sucedió fue que los vientos de componente norte o nordeste frenaron ese avance e incluso hicieron retroceder a las células, de ahí que los niveles bajaran y ayer fuera posible reabrir trece zonas productoras.

¿Qué va a suceder ahora? Pues dado que los niveles siguen siendo altos en la boca de las rías lo más probable es que los cierres vuelvan a producirse e incluso se conviertan en generalizados en próximas semanas.

"En cuanto vuelvan los temporales y llegue de nuevo el viento del sur la toxina nos llegará hasta la cocina", explican de forma elocuente los bateeiros consultados.

Y es que el episodio tóxico que se repite prácticamente cada primavera se antoja inevitable, este año incluso con cierta antelación y caracterizado, cabe insistir, por la presencia de PSP, en lugar de la más frecuente toxina diarreica (DSP).

A la espera de acontecimientos hay que quedarse con el hecho de que el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permitiera ayer retomar la actividad en los seis polígonos de la ría de Arousa que habían sido cerrados el viernes, es decir, los cuatro de O Grove y dos de Cambados.

La misma suerte corrieron seis de los ocho polígonos de la ría pontevedresa, donde permanecen temporalmente clausurados los Cangas A y Cangas B.

En la viguesa lo que se reabrió fue el Vigo A, por lo que siguen cerrados desde el viernes todos los Cangas menos el Cangas E.

En resumen, que a día de hoy solo hay nueve polígonos de mejillón inoperativos, y por tanto 43 aptos para la extracción y consumo, aunque parece que por poco tiempo.