Los últimos temporales causaron estragos en la huerta, y esto obliga a extremar los cuidados en los árboles frutales, especialmente castigados por los vientos huracanos.

En la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), dependiente de la Diputación de Pontevedra, son conscientes de ello, de ahí que ofrezcan una serie de consejos a tener muy en cuenta.

Los técnicos explican que “después de los temporales, con rachas de viento superiores a los cien kilómetros por hora en varias de las estaciones meteorológicas de la provincia, además de diversos daños materiales, muchos árboles han sufrido roturas de ramas de grandes dimensiones o incluso pérdida de parte del fuste”.

Esto supone que las plantas “presentan desgarros que afectan a la zona del fuste o tronco, o bien dejan un tocón que puede favorecer su pudrición con el paso del tiempo”.

Además “se han producido pérdidas de ramas de pequeñas dimensiones o desgarros en las hojas en algunos árboles, tanto frutales como ornamentales), y arbustos”, manifiestan en la EFA.

Ante tal situación, los expertos sostienen que “es necesario actuar sobre los árboles afectados, eliminando los desgarros y tocones y aplicando después mástic cicatrizantes con fungicidas para evitar la entrada de patógenos a través de las heridas”.

Igualmente, “las lesiones más pequeñas deben protegerse mediante la aplicación de un fungicida cicatrizante que esté autorizado para el tipo de cultivo/planta de que se trate”.

Problemas con los cítricos

Pero las roturas y desgarros no son el único problema detectado en la huerta. Parece que, en el caso de los cítricos, “las lluvias y la elevada humedad que continúa registrándose y que, según las previsiones meteorológicas, persistirán de forma intermitente durante una temporada, sin duda favorecerán las infecciones por patógenos muy ligados al agua líquida”.

De ahí que sea “muy importante recoger los frutos caídos al suelo y los que muestren pudriciones aún permaneciendo en el árbol para destruirlos con el propósito de evitar nuevas contaminaciones; al tiempo que se debe evitar cualquier acumulación de agua en el entorno de las raíces, favoreciendo su circulación mediante surcos de drenaje”.

Desde la EFA esgrime que existe igualmente la posibilidad de actuar preventivamente aplicando “fosetil-Al 80%, si son limoneros o mandarinos, y el mismo producto o metalaxil 25% si son naranjos o pomelos”.

Kiwi

Siguiendo con los consejos brindados desde el citado centro puede decirse que “después de estos días de humedad tan elevada será conveniente, tan pronto el clima lo permita, aplicar uno de los tratamientos cúpricos que se recomiendan en invierno tanto en frutales de pepita como de hueso o en el kiwi”.

Para terminar advierten de que “las mismas condiciones de elevada humedad pueden favorecer el desarrollo de peligrosos patógenos que causan defoliaciones muy severas” en árboles ornamentales, de ahí que deba “incrementarse la vigilancia sobre los setos de boj, retirando posibles hojas secas y favoreciendo la aireación de las plantas”. En el supuesto de que se detecten síntomas de la presencia del hongo “se debe aplicar un tratamiento fungicida”.