Una semana después del paso por Galicia y la comarca de temporales como el "Kurt" y tras nuevas jornadas de mar de fondo las bateas de mejillón y ostra de Arousa -parece que también en otros puntos de Galicia- siguen sufriendo las consecuencias de los vientos huracanados -hasta 137 kilómetros por hora en la boca de la ría- y el mar embravecido.

Entre el viernes y ayer aparecieron nuevos viveros flotantes a la deriva, mientras que otros que hace días acabaron varados sobre las rocas se dan ya por completamente perdidos, debido a que los daños sufridos son tan considerables que es imposible reconstruirlos.

Esto parece explicar por qué en el sector productor hablan de "grandes pérdidas" y de "un auténtico desastre para mucha gente".

Lo peor de todo es que el balance es aún provisional, ya que es ahora, cuando el estado de la mar permite navegar, cuando muchos bateeiros se acercan a sus concesiones y empiezan a descubrir el verdadero alcance de las mismas.

Y lo cierto es que el resumen que hacen algunos de los que ya han comprobado in situ la magnitud de los daños causados por los últimos temporales es ciertamente negativo.

"Hay bateas que no sirven y otras que costará mucho reparar, al igual que hay una gran cantidad de mejillón que se desprendió de las cuerdas y está pudriéndose en el fondo de las rías", aseguran los acuicultores.

Estas apreciaciones de los directamente perjudicados son confirmadas desde algunas de las empresas que se dedican a rescatar, remolcar y reparar bateas de cultivo. Como sucede en el caso de la firma cambadesa Dragados Osmar, que sigue trabajando "sin descanso" desde hace dos semanas gracias al barco "Cuico".

Es así porque no solo tuvieron que emplearse a fondo la semana anterior -sobre todos los días 3, 4 y 5-, sino que también trabajados duro en las últimas jornadas.

"Desde que empezaron los temporales hemos tenido que recuperar media docena de bateas, a lo que se sumaron numerosos trabajos de reparación de otros viveros que se vieron afectados", explica Manuel Cernadas, gerente de Dragados Osmar.

Habla así de "flotadores rotos, amarres reventados, vigas partidas o a la deriva y todo tipo de desperfectos" causados por los fuertes vientos y el intenso oleaje.

Esto sucede porque cuando se registran temporales como los último no solo hay un riesgo directo de rotura en los emparrillados y los elementos que los sostienen a causa del oleaje, sino que pueden irse a la deriva y acabar destrozados sobre la costa o bien chocar unos viveros flotantes con otros, de ahí que se dupliquen los daños y no se hiciera todavía un balance definitivo de los mismos.

Tanto es así que Cernadas pronostica que "las pérdidas irán en aumento durante los próximos días, ya que muchos productores no saben aún en qué situación se encuentran sus bateas y lo descubrirán a medida que avance la próxima semana".

A esto añaden en la empresa cambadesa citada que estas plataformas flotantes para el cultivo de moluscos bivalvos "sufrieron mucho con los vientos huracanados y siguieron sufriendo en los días posteriores a causa del mar de fondo, por lo que hay bateas considerablemente debilitadas que aún corren riesgo de soltarse de sus fondeos" a poco que se agite el mar, aunque lógicamente cuanto más adversas sean las condiciones meteorológicas y oceanográficas, mayores serán las posibilidades de que se incrementen las pérdidas.

A este respecto, en Dragados Osmar están convencidos de que el desgaste o debilidad de las bateas y sus sistemas de flotación es acusado, y eso que aún parecen quedar mucho invierno y muchos temporales por delante.

En esta empresa cambadesa terminan explicando que anteayer recogieron dos bateas de mejillón que se iban a la deriva en la ría de Arousa y que retiraron una de ostra que había encallado en San Miguel (Vilanova); al igual que encalló otra sobre las piedras de O Carreirón (A Illa).

Donde también trabajan intensamente a raíz de los últimos temporales es en la empresa "Hércules Servicios Marítimos", con sede en el municipio arousano de Rianxo y dirigida por Ricardo Alcalde Ordóñez.

Durante las dos últimas semanas han requerido sus servicios para que el barco "Hércules" rescatara una decena de viveros flotantes, como también para realizar todo tipo de trabajos de reparación en los viveros.

Hace una semana el propio Ricardo Alcalde ya declaraba a FARO, tras el paso de los temporales "Kurt" y "Leiv", que "no solo es preocupante la rotura de algunas bateas y el deterioro de otras muchas, sino que además se están produciendo importantes desprendimientos de mejillón en las cuerdas".

Aunque eso no es todo, ya que hay una consecuencia añadida y quizás aún más grave de la que hablar, como es el riesgo existente para la navegación.

La amenaza persiste, ya que muchos de los elementos desprendidos o rotos en las plataformas mejilloneras navegan ahora entre aguas, lo que aumenta las probabilidades de colisión y naufragio.