La ría arousana fue escenario hace un par de días de un nuevo macrooperativo contra el furtivismo. En realidad fueron dos intervenciones en una, desplegadas para hacer frente concretamente a los grupos de personas que con frecuencia se organizan para dedicarse a la extracción ilegal de bivalvos en los bancos marisqueros.

Sucedió en Arousa Norte -comarca de Barbanza-, la zona más castigada por esta lacra social, en lo que a extracción de almeja y berberecho se refiere.

Los datos que resumen esta enésima intervención impulsada por Gardacostas de Galicia hablan por sí solos de la relevancia de la misma. Y es que, en colaboración con la Guardia Civil -que desplazó efectivos pertenecientes al cuartel del Concello de Boiro- se procedió a la identificación de 28 personas, tramitándose actas de infracción contra siete de ellas por mariscar sin permiso de explotación (Permex) y en horario no autorizado.

Pero eso no es todo, ya que fueron inspeccionados veinte vehículos, ya que los furtivos no dudan en desplazarse en ellos hasta las zonas elegidas para actuar -aprovechando la luna llena y la bajamar-, en este caso concesiones marisqueras pertenecientes a la cofradía de pescadores de Cabo de Cruz, históricamente la más perjudicada de la ría por este tipo de acciones ilícitas.

Este macrooperativo de Gardacostas de Galicia permitió decomisar cinco kilos de almeja babosa que fue resembrada en la zona.

Paralelamente, sin salir de Cabo de Cruz pero parece que fuera ya de las concesiones del pósito, se procedió al decomiso de un vehículo, como también de un par de salabardos, ropa de aguas, "raños" y otros útiles empleados por los furtivos.

Asimismo, los funcionarios del servicio de vigilancia dependiente de la Consellería do Mar, se incautaron de 25 kilos de berberecho, cinco kilogramos de almeja babosa y quince de almeja japónica.

Esos bivalvos fueron inmediatamente resembrados, mientras que el material intervenido quedó depositado en el cuartel de la Guardia Civil boirense, en el lugar de Espiñeira, a la espera de que los funcionarios de Gardacostas levanten la correspondiente acta.

Mientras esto sucedía en Arousa Norte, en Arousa Sur (O Salnés) los integrantes de la unidad operativa de dicho servicio desplazados en Vilaxoán (Vilagarcía) siguieron controlando en los últimos días tanto el marisqueo ilegal como la presencia de artes de pesca prohibidas depositadas en el mar, sobre todo las redes conocidas como miños y nasas de nécora y pulpo.

En este departamento, donde también colabora con la Policía Autonómica y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil insisten en que en rías como la arousana hay una gran cantidad de aparejos calados en el agua de difícil o imposible recuperación.

Y sucede que cuando es posible retirar algunos se da la circunstancia de que mientras los funcionarios actúan en una zona determinada los furtivos depositan otros aparejos igual de ilegales en otros puntos de la ría.