El proyecto para restaurar el cruceiro de Carril cuenta con informe favorable de la Dirección Xeral de Patrimonio desde el 27 de noviembre de 2015, una comunicación que fue remitida al párroco pocos días después, en diciembre. El autor de los daños ya cumplió su condena y la iglesia carrilexa tiene en su posesión los restos del cruceiro, por lo que lo único que falta por hacer para que este bien patrimonial pueda recuperar su estado original es ejecutar la obra.

Aunque en un principio fue el Ayuntamiento de Vilagarcía el que custodió la cruz, las diligencias realizadas para el proceso judicial determinaron que el cruceiro pertenecía al conjunto arquitectónico de la iglesia de Carril y por tanto es la entidad eclesiástica la que debe encargarse de las obras de restauración. Así, el Ayuntamiento ya le entregó la cruz en 2014.

Pese a que el cruceiro es de la parroquia, el Ayuntamiento ha colaborado elaborando un proyecto de rehabilitación a través de la oficina municipal del ARI. Los técnicos municipales planteaban un periodo de ejecución de un mes y una inversión de 7.500 euros, una cifra que supera ampliamente los 1.200 de la indemnización a la que fue condenado el autor de los destrozos.

Además, como este hombre no la pagó en metálico, se entiende que la Iglesia no recibió ningún dinero para acometer la obra. Y aquí es donde radica el quid de la cuestión. En su día personas próximas al sacerdote de Carril solicitaron sin éxito al Concello ayuda económica para acometer los trabajos.

Deuda saldada

El hombre responsable de destrozar el cruceiro de Carril en mayo de 2010 cumplió íntegramente la pena impuesta por el juzgado. M.D.T., de 48 años, fue condenado a pagar una multa de 540 euros y una indemnización de 1.200 para sufragar los gastos de la restauración del bien patrimonial contra el que había atentado.

Este vecino de Carril abonó la sanción económica a plazos y la indemnización la pagó realizando Trabajos en Beneficio de la Comunidad (TBC).

Ni el párroco ni el Arzobispado de Santiago se han pronunciado sobre este asunto. Mientras tanto, el cruceiro sigue descabezado, y la cruz guardada en la casa parroquial de la iglesia de Carril.