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Modificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles de Vilagarcía

Un gran chalé del rural paga casi el doble de IBI que un piso del centro tras la subida de la rústica

Son 356 euros de recibo frente a 196 - El aumento del tipo impositivo al 0.7 afectó a 722 fincas, de las cuales solo 150 tienen vivienda - El Ayuntamiento recaudó el año pasado 164.000 euros, un 162% más que en 2015

Edificios en Rey Daviña (no se ciñen a este recibo concreto). // Noé Parga

El gobierno de Vilagarcía decidió incrementar la contribución rústica en 2016 para erradicar las desigualdades que a su juicio se registraban entre las casas de importantes dimensiones ubicadas en las afueras del municipio y los pisos corrientes del centro urbano, pues estos pagaban más que los chalés del extrarradio. Ahora la situación es la inversa: una casa de 280 metros cuadrados emplazada en una finca rústica de 13.000 debe afrontar un recibo de IBI de 356 euros (419 si estuviese en suelo urbano), mientras que el propietario de un piso antiguo de 100 m2 en el casco urbano vilagarciano desembolsa un importe de 196, es decir, poco más de la mitad.

Antes de que entrase en vigor el incremento del tipo impositivo del IBI rústico del 0.3 al 0.7, un piso de las características anteriormente mencionadas sufragaba -en 2015- 186 euros frente a los 141 de la casa rural de 280 metros cuadrados, según los datos facilitados por el Concello de Vilagarcía.

Pero esto no siempre ha sido así. De hecho las "desigualdades" a las que se refería el ejecutivo socialista solamente se produjeron en los años 2014 y 2015. La propia concejala de Hacienda, Luz Abalo, explicaba en la rueda de prensa sobre las reformas fiscales de 2016 que en 2014 -coincidiendo además con la revisión catastral impulsada por el popular Tomás Fole- una sentencia del Tribunal Supremo ordenara que determinadas viviendas que pagaban el IBI urbano (con un gravamen del 0,6) pasasen a tributar por el rústico (0,3).

El valor crece 23.000 euros

Así, una casa grande en una parcela rústica con un valor catastral de 54.039 euros (el mismo caso que el expuesto al principio de la información) pagaba en 2013 un recibo de la contribución de 324 euros, mientras que al año siguiente, al pasar al padrón de la rústica, se redujo a más de la mitad, concretamente a 129, y ello a pesar de que su valor había subido en más de 20.000 euros (hasta 77.925) debido a lo que algunos partidos de izquierda tildaron de "catastrazo".

Precisamente para evitar estas situaciones, el PSOE duplicó el tipo impositivo del IBI rústico. En un principio proponía llegar al 0.8, pero a petición del BNG finalmente se quedó en un 0.7.

Con esta aplicación, los recibos de rústica de 2016 son similares a los de 2013, aunque con un ligero incremento consecuencia de la revalorización catastral. Continuando con el ejemplo anteriormente citado, de 54.039 a 77.920.

En el caso del piso antiguo de 100 metros cuadrados ubicado en el centro de la ciudad, el impuesto también se ha encarecido sustancialmente en los últimos años. Así, el descenso del gravamen del 0.60 de 2015 al 0.58 de 2016 no logra compensar los efectos de la revisión catastral, ya que en 2013 (año previo a la modificación del Catastro) el dueño de esa vivienda abonaba 153 euros de IBI frente a los 196 que pagó el año pasado. Desde 2011 la contribución se le ha disparado en 63 euros.

En cuanto al valor del piso, aumentó de 25.500 euros en 2013 a 28.200 en 2014.

Pero todos estos cambios, ¿a cuántos vecinos han afectado? La revisión catastral, a la inmensa mayoría de los propietarios de bienes inmuebles de Vilagarcía.

En relación a la reducción del tipo del IBI urbano (del 0.60 al 0.58) se ha aplicado a 33.761 contribuyentes, si bien en la práctica no experimentaron un abaratamiento del recibo.

En cambio la subida del gravamen del IBI rústico (del 0.3 al 0.7) sí ha incrementado la totalidad de los recibos, si bien son muchos menos: 722 en 2016, lo que se traduce en un 2,15% del padrón total del IBI.

En relación al año anterior el padrón crece de forma considerable (de 508 a 722). Fuentes municipales explican que este aumento "se justifica porque desde 2014 se incorporan las viviendas la padrón de la rústica (apenas 150) y luego, desde esa fecha, las fincas rústicas -sin vivienda-, que por el aumento del valor catastral tienen la obligación de tributar".

Un 15% de la recaudación

Por tanto el incremento del número de recibos sumado a la subida del tipo impositivo provoca que la recaudación del IBI rústico prevista por el Concello de Vilagarcía para 2016 se dispare un 162% con respecto al ejercicio anterior, al pasar de 62.541,06 euros a 164.090,38 en 2016, más del doble. Con todo, este importe representa el 15% de los ingresos totales de la contribución, que ascienden a 1,2 millones de euros (la urbana reporta a las arcas municipales 1.096.000 euros).

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