La casa parroquial de la iglesia de Carril guarda desde 2014 la cruz que un vándalo arrebató al cruceiro ubicado junto al templo. El autor de los daños fue condenado a sufragar los gastos de la restauración de este bien patrimonial, valorados en 1.200 euros, y también a una multa de 540 euros.
Si bien los vecinos de Carril desconocen si finalmente esa sentencia se llegó a ejecutar o no, consideran que el cruceiro debería rehabilitarse, pues en la actualidad se producen estampas tan curiosas como las de los turistas haciéndose fotos junto a un cruceiro sin cruz.
Lo que sí tienen claro los carrilexos es que la cruz se encuentra en la casa parroquial. En su día fue el Ayuntamiento de Vilagarcía el que custodió el bien -y durante varios años-, pero las diligencias realizadas para el proceso judicial determinaron que el cruceiro pertenecía al conjunto arquitectónico de la iglesia de Carril y por tanto es la entidad eclesiástica la propietaria y la que debe encargarse de las obras de restauración.
Este periódico se puso ayer en contacto con el párroco pero rehusó realizar declaraciones al respecto. Tampoco quiso pronunciarse sobre la rehabilitación del cruceiro el patrón mayor de la cofradía de pescadores, José Luis Villanueva.
Actualmente en Carril no funciona la asociación de vecinos. En cuanto a los colectivos culturales, desde el Gato Negro se muestran cautos y aclaran que "no sabemos si el autor de los daños pagó o no para que se pueda realizar la restauración, pero queremos que se arregle, claro".
Desde la Asociación Cultural Malveiras también abogan por que la cruz regrese a su lugar de origen, es decir, coronando el cruceiro. Al igual que el Gato Negro, esta agrupación carrilexa tampoco es conocedora de si la persona condenada por los destrozos pagó los 1.200 euros o no.
Dado que este elemento patrimonial está inventariado e incluido en el Catálogo de Bienes a Proteger, su rehabilitación requiere de la presentación de un proyecto técnico que debe ser aprobado por el departamento de Patrimonio de la Xunta.
