Todas las señales de alarma han sido activadas en O Grove. Hace unos días, en una reunión para diseñar el Plan Estratégico de Turismo 2017-2020 ya se alertó del declive de A Toxa. Pero la situación parece incluso más preocupante de lo que decían políticos, empresarios y comerciantes, ya que el fin de semana dejó patente que la otrora isla estandarte del turismo en Galicia atraviesa su peor momento.

Ayer, a pesar de ser domingo y disfrutarse en O Grove y la comarca una jornada soleada, muy pocos fueron los que se acercaron a pasear por el territorio insular, y muchos menos los que utilizaron algunos de sus servicios.

Y eso a pesar de que hasta no hace mucho disfrutar de una tarde dominical en A Toxa era uno de los mayores atractivos que ofrecía la ría, y puede decirse que Galicia.

Pero sin embargo después de que el Gran Hotel La Toja cerrara sus puertas a principios de noviembre para afrontar obras, dar descanso a su personal y capear el temporal de la temporada baja, con la intención de reabrir en Semana Santa, hace unos días siguió sus pasos su hotel "hermano", el Isla de La Toja.

Al parecer también en este caso -los dos hoteles están gestionados ahora por el grupo Hotusa, a través de la cadena Eurostars- el cierre se debe a tareas de reforma que se aprovechan para dar vacaciones al personal.

El hotel Isla de La Toja, que permanecerá inoperativo hasta el 12 de febrero, como se anuncia en los carteles pegados en sus puertas, ya había cerrado en ocasiones anteriores por obras, por ejemplo a principios de 2013, cuando su gestión corría a cargo del grupo hotelero catalán Hesperia.

Con estos dos populares negocios de cinco y cuatro estrellas, respectivamente, cerrados a cal y canto, como lo están sus balnearios y también el afamado restaurante Los Hornos, la actividad de la emblemática isla queda prácticamente en manos del hotel Louxo La Toja -un cuatro estrellas que parece gozar de buena salud-, y el Casino La Toja, aunque como se sabe esta sala siempre está en el disparadero, pendiente de los continuos rumores sobre un posible traslado a la ciudad de Vigo.

Pero poco más hay en la isla, ya que en el centro comercial La Aldea hay negocios cerrados, como lo están muchos de los puestos del centro de artesanía O Redondo.

Por no haber, ayer no había en A Toxa ni "collareiras", cuando todo el mundo sabe que esas vendedoras ambulantes de abalorios elaborados a mano y artesanalmente son quizás la imagen más representativa de la isla.

Beach Club

A esto hay que añadir la existencia de carreteras en pésimo estado, basura tirada en diferentes puntos de la isla y la siempre dolorosa imagen del Beach Club pudriéndose en el abandono, ya que este que fue símbolo de opulencia sigue a la espera de que se ejecute un proyecto de reforma después de que las instalaciones fueran recientemente adquiridas por el Club de Golf La Toja.

Una entidad deportiva, esta última, que en esta época del año tampoco puede ofrecer demasiado a la isla meca, ya que evidentemente el golf suele practicarse con mayor intensidad en primavera y verano.

Parques, farolas y maleza

Dicho todo esto podría hablarse también de parques y jardines sin mantenimiento, balaustradas rotas, farolas que no funcionan y un largo etcétera de deficiencias que poco o nada tienen que ver con la imagen de esplendor que siempre atesoró A Toxa.

Y qué decir de la proliferación de maleza en determinadas zonas, de las jardineras repletas de malas hierbas, de la suciedad en el entorno del viejo balneario o de los restos de botellón que pueden verse a las puertas de Palacio de Congresos y Exposiciones.

Hay que apuntar también que el evidente deterioro de la isla se hace patente en diferentes instalaciones, parcelas y viales de titularidad privada, ya que buena parte de este territorio insultar depende de comunidades de propietarios.

Pero no es menos cierto que el abandono y los problemas se dejan ver igualmente en zonas públicas, en las que sí tiene competencias el Concello, como se aprecia en la parcela central o Parque Forestal.