Heladio Outeiro, portavoz del BNG de O Grove, entiende que salvar el edificio administrativo "es una satisfacción o un alivio para todos los vecinos, que es la parte inocente de todo este proceso". Pero también cree que "todo esto no deja de ser un embrollo producido porque no se hacen las cosas bien, y claro, después hay que poner velas a los santos para que la suerte caiga de tu lado".

Tras señalar que "con este tema siempre fuimos bastante cautos" y que en caso de producirse el derribo "iba a ser un desastre para el Concello y los vecinos", Outeiro declara que "ahora solo queda alegrarse por la resolución judicial".

Eso sí, advierte Heladio Outeiro de que "las etapas de Cacabelos están dando muy malos ejemplos a los vecinos, pues se está tratando de elaborar un PXOM y se les exigen esfuerzos y que cumplan mientras el Concello suele ser uno de los primeros en columpiarse".

En este sentido, el portavoz nacionalista de O Grove no duda en precisar que "el gobierno de Miguel Pérez (PP) era una marcha atrás permanente para O Grove, y hasta ahora el de José Cacabelos (PSOE) es un punto muerto, pues se limitó a sacar la marcha atrás y dejó el coche de O Grove parado".

Frente a esto, "lo que cada vez está más claro que este pueblo necesita un gobierno que sea capaz de meter marchas y empezar a avanzar de verdad", concluye Outeiro.