La solla parece prácticamente desaparecida del Ulla, o al menos de las zonas de pesca habituales, los bancos arenosos comprendidos entre la isla de Cortegada y el puente interprovincial de Catoira. Tal es la escasez de producto, o el mínimo rendimiento que puede ofrecer, que a estas alturas solo un barco, con puerto base en Carril, se dedica a su captura diaria.

Aunque bien es cierto que se trata de un recurso en horas bajas en el conjunto de Galicia, como demuestra el hecho de que sus capturas anuales sigan desplomándose en el conjunto de las lonjas de la comunidad.

En lo referido a la ría arousana hay que detenerse a analizar lo que sucede en el Ulla por la relación directa que siempre existió entre sus bancos marisqueros y el hábitat de la solla.

De ahí que resulte muy significativo que solo una embarcación de Carril se dedique actualmente a su pesca. En esta misma cofradía hay otra nave asociada que suele emplearse también en la campaña de la solla, en la segunda mitad del año, pero actualmente está averiada.

El otro puerto arousano tradicionalmente implicado con la captura de dicha especie es el de Rianxo, donde hay siete barcos autorizados. Sin embargo prefieren dedicarse al "bou de vara" o al libre marisqueo "porque no vale la pena ir al río para perder el tiempo y el dinero".

Mientras desde la orilla rianxeira apuntan que "este año hay una preocupante escasez de solla", en la carrilexa inciden en ello y señalan que "la escasa repoblación de berberecho y otros bivalvos, ya sea por las obras realizadas para el puente del tren de alta velocidad o a causa del parásito de la marteilia, propiciaron la reproducción de la solla, ya que no para en esta zona y o bien ya no entra en el río o se va aguas arriba".

Por unas razones u otras lo cierto es que "no compensa pescar este pez, ya que no ganas ni para gasóleo".

Parece que lo saben bien el armador y tripulantes del "Manuel y Familia", un barco construido en poliéster en el año 2001, con 11,50 metros de eslora y una potencia de 90 caballos, que es ahora mismo el único referente de la pesca de la solla en el Ulla.

Lo hace con el arte conocida como rastro de la solla, "muy parecido al que se usa para capturar la vieira pero que se diferencia por la mayor amplitud de sus mallas, convirtiéndose así en una de las artes más selectivas que existen, ya que solo pesca solla y, casualmente, algún lenguado", explican en el sector.