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La búsqueda del ara de Trabanca, un siglo después

La lápida cuenta con una inscripción que muchos eruditos entienden que estaba dedicada al dios Ares

Dibujo del ara de Trabanca da Torre recogido por la revista "Cuadernos de Estudios Gallegos". // FdV

Carlos Santos Fernández (Astorga, 1961) ejerce como profesor de Literatura en el IES Antón Losada Diéguez de A Estrada y en esa condición tuvo oportunidad hace tres años de reunir la correspondencia de Antonio López Ferreiro en la que se hablaba de cinco documentos (tres cartas y dos dibujos) firmados por Juan Fernández Gil y Casal entre 1900 y 1917 en los que se proporciona el texto íntegro, las características del soporte y las circunstancias del hallazgo del ara de Trabanca da Torre (Vilagarcía de Arousa), encontrada hacia 1890 y que ya se consideraba perdida en 1909.

Más de un siglo después, estos documentos que se encuentran depositados en el Museo de Pontevedra, en el Museo do Pobo y la Real Academia Galega, el profesor Carlos Santos vuelve a despertar el interés sobre esta histórica pieza "con una inscripción muy bien tallada sobre piedra de granito", explica.

Y es que el ara de A Torre, que algunos eruditos llegaron a plantear que jamás existió, contiene inscripciones de enorme interés para los historiadores por lo que resultaría muy útil localizarla si alguien la conserva pues hasta ahora solo es posible realizar lecturas parciales, relecturas epigráficas o interpretaciones del texto.

En el caso de que se hallara se obtendría una información mucho más valiosa ya que se podrían observar todos los caracteres, el material sobre el que fue grabado e incluso la procedencia, gracias a las técnicas de estudio existentes hoy en día.

Recuerda Santos que esta lápida votiva se reutilizó "sobre un enterramiento" en el barrio de A Torre, pero a su juicio es un objeto que llegó a esta localidad vilagarciana por una circunstancia casual. Una de las hipótesis es que proceda de Carril o de Pontecesures donde se han localizado otras piezas de esta época.

"Ojalá apareciera", subraya el profesor Santos porque en la actualidad solo se conservan dibujos de la piedra votiva, por lo que la información contenida es limitada. "Faltan los estudios del petroglifo".

Con todo, la aportación del profesor respecto al ara de A Torre es importante al ofrecer un estudio indirecto de la pieza, como se recoge en su trabajo recientemente publicado en Cuadernos de Estudios Gallegos, una de las revistas de difusión cultural más importantes de la Comunidad.

En su documentado artículo Carlos Santos subraya que "al cotejar la información que proporciona la carta con los repertorios de epigrafía romana de Galicia entendimos que el interés de la epístola superaba la de simple fuente de la biografía de López Ferreiro, pues aportaba una lectura completa del desaparecido epígrafe de Trabanca da Torre".

Recuerda que tras este trabajo tuvo la fortuna de encontrar una "cuartilla firmada por Fernández Gil con dos dibujos -vista anterior y posterior- del monumento de Trabanca da Torre".

Y posteriormente, añade, "localizamos en el Museo de Pontevedra otros documentos relativos al ara de Trabanca: una aguada de Fernández Gil destinada a la Exposición Regional de Galicia de 1909 y dos cartas del mismo remitente, fechadas en mayo de 1909 y marzo de 1917, dirigidas a Casto Sampedro" con referencias a esta pieza.

Son, a juicio del autor, "documentos inéditos que pueden aportar un rayo de luz al conocimiento del ara de Trabanca" y que en su día alimentaron un enorme debate sobre el celtismo que inspiró las llamadas corrientes de la celtofibia y la celtofobia, también discutidas a la hora de excavar los distintos castros que existen en la provincia.

En este sentido apunta Santos la postura celtófoba que manejó García de la Riega quien "tenía que aferrarse a los testimonios arqueológicos que pudieran apuntalar su tesis acerca de la relevante huella helénica en Galicia".

De ahí, expone el profesor estradense, que no pudiera "obviar la aparición, en las proximidades de Vilagarcía de Arousa, de una inscripción votiva aparentemente dedicada a Ares, el dios griego".

Y en este sentido pone de manifiesto un texto de De la Riega en el que subrayaba que el dios Ares, que también se conoce como dios Marte, ha dejado importantes huellas en Galicia, y de hecho subraya "el frecuentísimo apellido y nombre de Ares: Ares Pérez, Ares Saavedra..."

Y en este aspecto etimológico también hace referencia al vilagarciano Fernández Gil, quien en 1915 también defendió el helenismo y "conjuga la descripción arqueológica de algunos asentamientos del entorno de Vilagarcía y de los materiales exhumados con hipótesis etimológicas acerca de la toponimia comarcal", casos de Palmeira, Goyanes (..que derivó en Guillán), entre otros.

Pero también Fernández Gil se centró en los yacimientos de Vilagarcía, en especial el de Castrogudín. A su juicio es el castro más importante de todos "por su nombre, por su altitud, que domina todos los otros, y es el que establece el lazo de unión con los demás del interior del país".

Añade que "cerca de la villa de Carril -entonces era Ayuntamiento propio- se encontró una inscripción de un voto dedicado a Ares" y agrega "este nombre de divinidad solo pudo ser introducido en Galicia por los griegos" pues los romanos usaban el de Marte como demuestran "varias inscripciones de A Coruña, Tui y otros puntos".

A juicio de Carlos Santos, esta descripción de Fernández Gil "es la primera mención impresa al ara de Trabanca" si bien el autor entiende que es una referencia tangencial "que no describe el soporte de la inscripción, ni transcribe el texto, que no concreta el lugar del hallazgo, ni el factor, ni las circunstancias en que se produjo, ni donde se conserva".

Hubo posteriormente otras referencias a la pieza como la guía de viajes de Galicia de 1912, en la que colaboraron Pardo Bazán, Alfredo Vincenti o Riega, en uno de cuyos capítulos se puede leer. "En el lugar de Trabanca, un kilómetro al oriente de la estación, se descubrió no hace muchos años por los señores Fernández Gil y Casal, la interesante ara consagrada al Marte de los griegos, con una como caja de sepultura al pie" .

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