-La avispa asiática sigue expandiéndose. ¿Se ha perdido la guerra contra el insecto?
-No hay que ponerlo en términos bélicos, con un vencedor y un vencido. Desde el primer momento fuimos conscientes de que no se trataba de erradicar la velutina. En Francia llevan peleando con ella desde 2004 y no han conseguido eliminarla. Si la expresión 'ganar la guerra' implica erradicar la avispa asiática sí, se ha perdido la guerra. Pero nunca nos planteamos eso. Lo que pretendemos es poner todos los medios posibles para evitar o minimizar los perjuicios que el insecto pueda ocasionar.
-En Francia ya no se retiran todos los avisperos, como se está haciendo aquí, sino solo los que están cerca de colegios, hospitales u otros lugares con mucha gente. ¿Se llegará a esta situación en Galicia?
-Entra dentro de lo previsible, aunque yo no tengo competencias para decidir eso. La Consellería do Medio Rural asumió en un primer momento las competencias sobre la velutina por su influencia en la producción de miel. Pero este es un asunto que ha generado una enorme alarma social y que a día de hoy afecta a varias Consellerías. Dependiendo de la intensidad de los perjuicios que cause la avispa se decidirá en su día si se continúa con el actual soporte o no.
-En cualquier caso, ¿se mantendrá en 2017 el plan de trabajo que se puso en marcha este año?
-Sí, se mantendrán los convenios con las agrupaciones de Protección Civil y con los equipos locales de emergencias. Hasta el año pasado todas las actuaciones corrían a cargo de la Consellería do Medio Rural, aunque en muchas ocasiones había que recurrir a los bomberos o a los servicios de emergencias porque nosotros con nuestros medios no podíamos garantizar la eliminación del nido. Lo que se ha buscado con los convenios es coordinar las actuaciones, descentralizarlas llegando a acuerdos con los ayuntamientos para cubrir todo el territorio. Hay que pensar que hasta principios de este mes habíamos recibido 19.000 avisos en toda Galicia y se retiraron 8.500 nidos. Se ha hecho mucho trabajo, pero aún queda mucho por hacer, y eso requiere una gran coordinación de medios.
-¿Seguirán colaborando con los productores de miel?
-En la primavera de 2017 continuaremos con la entrega gratuita a los apicultores de trampas para capturar a las reinas fundadoras, que son las únicas que pueden formar un nido. Con los apicultores hemos tenido varias reuniones, y entre 2015 y este año repartimos 5.000 trampas en distintas épocas. Nuestro programa consiste en prevenir la expansión de la avispa asiática y en eliminar lo antes posible las colmenas que subsistan. En cuanto a los daños a las abejas, hemos planteando a los apicultores medidas para minimizar la presión predatoria de la 'vespa' estableciendo sistemas mecánicos, como redes eléctricas con distintos diámetros, o el traslado de las colmenas de miel a zonas de mayor altitud.
-¿Cuánto se tarda de media en retirar una colmena desde que un vecino alerta en los teléfonos 012 o 112?
-No puedo dar una media porque en el tiempo que discurre desde el aviso hasta la retirada influyen varios factores. Hay que pensar que en las épocas álgidas, que son agosto y septiembre, podemos llegar a recibir hasta 500 avisos cada semana, y los recursos son los que son. Lo que sí existe es una relación de casos a los que se les da prioridad, como son los nidos situados donde se producen aglomeraciones de personas, parques, colegios, hospitales...
-¿Continuarán Os Ancares y O Courel siendo un santuario libre de la avispa velutina?
-Los mapas predictivos de expansión indicaban que en teoría las zonas más altas de Galicia, como Os Ancares, O Courel o el Macizo Central no iban a ser colonizadas, pero no tenemos la certeza de que vaya a ser así. También los mapas predictivos parecen haberse equivocado en lo referente a la latitud, puesto que ya se tiene constancia de velutina al sur de Castilla y León. En lo que respecta a la altitud, estos animales tienen preferencia por las altitudes bajas, y la óptima para ellos parece situarse en torno a los 200 metros. Pero como cualquier otro animal, son capaces de adaptarse a nuevas situaciones. Actualmente, en la provincia de Pontevedra donde menos velutina hay es en Lalín, Dozón o Rodeiro, que son municipios altos... Mi opinión es que en las zonas altas de Galicia tendrán menos presencia, pero creo que al final acabarán colonizando todo el territorio, excepto quizás las cimas montañosas más altas, como Pena Trevinca.
