El enfrentamiento entre dos sectores de la agrupación local de Esquerda Unida en Vilagarcía por la política municipal que se lleva a cabo y la inacción del coordinador comarcal de Arousa, Juan Lamelas, quien desde que fue nombrado en el mes de abril no ha convocado ninguna de las asambleas para la creación de las ejecutivas comarcal y local, ha llevado a la intervención del Consello Político Nacional que ayer decidió constituir dos gestoras: una comarcal y otra local en la agrupación vilagarciana.

De este modo, el máximo órgano de dirección entre asambleas, pretende zanjar la brecha abierta en Vilagarcía visibilizada en los tres miembros del grupo municipal de Esquerda Unida: por un lado el cabeza de lista Jesús López y María Mosquera, y por el otro Miguel Alves, apoyado por un grupo de militantes entre los que se encuentra el excoordinador local y comarcal Ramón Bueno.

El primer paso de la intervención de la directiva nacional se produjo a finales de agosto con la presencia en Vilagarcía del secretario de organización Rubén Pérez, quien expresó públicamente su apoyo a Jesús López y anunció que la dirección gallega iba a tutelar la convocatoria de una asamblea local para abordar el conflicto. Pero transcurrieron varios meses sin que se aportara ninguna solución, en tanto que el coordinador comarcal seguía desaparecido.

De hecho, el consello político comarcal de Arousa está compuesto por 15 personas a las que Juan Lamelas no convocó nunca desde su nombramiento como coordinador comarcal en abril. Esto impidió también la celebración de asambleas tanto a nivel comarcal como local.

La mayor parte de los miembros del consello comarcal firmaron una solicitud de convocatoria de este órgano de gobierno, pero siguen esperando una contestación a sus escritos.

La situación fue analizada ayer en el Consello Político Nacional de Esquerda Unida celebrado en Santiago de Compostela, que inicialmente llevaba un planteamiento de disolución del consello político comarcal.

Finalmente, el acuerdo por unanimidad, expresado en un escueto comunicado fue "la constitución de una gestora comarcal en O Salnés y local en Vilagarcía para garantizar y solventar las irregularidades que se venían trasladando a nivel orgánico".

"Este acuerdo unánime de la dirección nacional pretende garantizar el funcionamiento orgánico de Esquerda Unida en la comarca", manifiesta el responsable de prensa en el comunicado sin dar más explicaciones.

Oficialmente ayer ninguna de las partes que expresaron sus diferencias en Vilagarcía conocía el acuerdo, ni quienes se encargarán de poner en práctica esta resolución.