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La plaza de abastos y el mercadillo animan la hostelería y llenan las calles de Vilagarcía

Los placeros consideran que "mereció la pena" abrir el festivo - La zona de la verdura también funcionó a pleno rendimiento

Pese a ser festivo, se montaron todos los puestos. // Noé Parga

Los comerciantes de la plaza de abastos de Vilagarcía y los vendedores ambulantes del mercadillo no se arrepienten de haber trabajado ayer pese a ser festivo nacional. Y es que tanto el mercado municipal como la feria funcionaron a pleno rendimiento, con una notable afluencia de clientes y buenas ventas.

Además, el buen tiempo animó tanto a vilagarcianos como a vecinos de otros municipios de la comarca y a turistas a pasear por el centro de la ciudad, de paso que hacían alguna que otra compra navideña en el entorno del mercado, pues la inmensa mayoría del pequeño comercio de Vilagarcía, a excepción de las tiendas próximas a la plaza, permaneció todo el día cerrado.

En la plaza estuvieron abiertos prácticamente el 100% de los puestos, al igual que en el mercadillo, con todos los ambulantes en sus respectivos sitios. En la zona de la verdura, las agricultoras tampoco desaprovecharon el montaje del mercadillo y la apertura del mercado para intentar atraer a la clientela a comprar productos frescos de la huerta de O Salnés.

El presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López, valora la jornada de forma muy satisfactoria. "Este año fue genial. Hubo mucha gente y las ventas fueron buenas; mereció la pena abrir. Por una parte, damos un servicio a los ciudadanos, además le damos vida al pueblo y también favorecemos a la hostelería y al pequeño comercio del entorno de la plaza, que también abrió", explica el portavoz de los comerciantes del mercado.

López destaca que a diferencia de otras aperturas en festivo, en esta ocasión trabajaron todos los puestos de pescado, lo que aporta un valor añadido al mercado, pues muchos clientes acuden a la plaza en busca de pescado y marisco frescos, sobre todo en estas fechas, a las puertas de las fiestas navideñas.

Así las cosas, la plaza y el mercadillo propiciaron que las calles de Vilagarcía estuviesen llenas de gente durante toda la mañana. Aparcar en el centro de la ciudad no resultaba tarea fácil. Tampoco lo era a las cinco de la tarde, cuando se prevé la apertura al tráfico de la zona de la feria. Sin embargo ayer a esa hora todavía estaba sin limpiar y por tanto cerrada a la circulación.

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