La asociación Esperanza Salnés recibirá una inyección económica de 15.000 euros de la Xunta de Galicia que le permitirá, en palabras de su gerente, Augusto Chaves, mantenerse abiertos hasta el mes de mayo de 2017. La aportación la realiza la Vicepresidencia y Consellería de Presidencia, y es posible tras la firma de un convenio entre el vicepresidente, Alfonso Rueda, y Chaves, que se materializó en la tarde de ayer en las instalaciones del colectivo, en Cambados. Según Chaves, esta aportación económica evitará que Esperanza Salnés tenga que cerrar sus puertas por falta de liquidez en un plazo aproximado de dos meses.
Esperanza Salnés es una asociación que atiende en Cambados a 20 niños discapacitados físicos o intelectuales de varios municipios de la comarca. Las familias se benefician de una atención personalizada con terapeutas, logopedas y otros profesionales de la educación que, según estimaciones de Chaves, les supondría un coste de 600 euros por niño si se contratase exclusivamente por medios privados.
Augusto Chaves se mostró agradecido con la Vicepresidencia "por este balón de oxígeno que alivia nuestra situación", e indicó que aún confía en que la Diputación les conceda una ayuda en 2017. "Este año ha sido en blanco para nosotros con la Diputación, pero parece ser que el año próximo replantearán la situación. Quieren cambiar el concepto de convenio por el de subvención nominativa, y de hecho ya nos han pedido que les mandemos la documentación".
Entre tanto, el portavoz del PP de Cambados, y diputado provincial, Luis Aragunde, destacó que "la Diputación no ha tenido la sensibilidad suficiente con esta asociación, y una vez más es el Partido Popular quien está ayudando a la continuidad de Esperanza Salnés". "Hay que tener un compromiso mayor con este tipo de asociaciones", remacha Aragunde.
Ya ayudó en 2015
El principal sostén económico de Esperanza Salnés fue hasta hace dos años la Diputación de Pontevedra. Siendo presidente provincial Rafael Louzán, el colectivo llegó a recibir hasta 40.000 euros, aunque en los últimos ejercicios, esa cuantía se había reducido a 20.000.
No obstante, cuando se produjo el cambio de gobierno en la Diputación, estas ayudas desaparecieron, pues el nuevo equipo directivo consideró que las aportaciones que estaba ordenando Louzán no se ajustaban a la legalidad. Tanto es así que en 2015 Esperanza Salnés ya no recibió partida alguna de la Diputación. En ese momento, fue ya Vicepresidencia quien salió en auxilio de la entidad mediante una ayuda de 15.000 euros. Es la misma cantidad que conceden este año.
Augusto Chaves declara que "si no fuese por este dinero estaríamos tocando fondo en febrero". "Les estamos muy agradecidos a Alfonso Rueda. Viendo que la Diputación no aportaba nada había que solucionar esto, y Rueda aceptó echarnos una mano por mediación de Luis Aragunde y Cores Tourís", en alusión al delegado territorial de la Xunta en Pontevedra.
El gran problema de Esperanza Salnés es que no puede acceder a las líneas estables de financiación de la Xunta de Galicia, lo que le permitiría contar con un presupuesto fijo cada año. Según Luis Aragunde, que fue alcalde de Cambados, esta situación se debe a que actualmente es imposible homologar la sede de Esperanza Salnés, que se encuentra en un edificio que les cede gratis el Concello de Cambados. Así, para que el colectivo accediese a una línea concreta y estable de ayudas tendría que reformar casi por completo su sede, mudarse a otro local que sí estuviese homologado o construir otra sede. Alternativas que se antojan muy complicadas en el momento actual, de ahí que Aragunde crea que "hace falta financiación a mayores".
