El caso del crimen de Guillán (Vilagarcía) da un giro inesperado. El Tribunal Supremo (TS) acaba de aceptar íntegramente el recurso de casación presentado por la familia de Alfonso Gómez, fallecido el 19 de septiembre de 2012 a consecuencia de un disparo de escopeta por parte de su hermano Santiago. Así, el fallo ordena la celebración de un nuevo juicio con jurado popular diferente y distinto magistrado-presidente, quedando anulados tanto el veredicto como todas las sentencias anteriores.

La causa pasó por la Audiencia Provincial, por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y también por el Supremo, que hace ahora un año dictó una sentencia en la que descartaba la repetición del juicio. La acusación particular justifica que en aquella ocasión el alto tribunal se basó en defectos formales, mientras que ahora, la misma sala (pero distinto juez) ha estudiado el fondo de la cuestión, echando por tierra la condena de 11 meses y 15 días de cárcel por homicidio imprudente que había cumplido Santiago Gómez ya en prisión preventiva a la espera de juicio (se celebró en el verano de 2014).

Contradicciones

Ahora, la Sala de lo Penal del TS considera que se han vulnerado derechos fundamentales (como el derecho a la tutela judicial efectiva), que existen contradicciones entre el veredicto y las sentencias y que se han producido valoraciones arbitrarias, según destaca el abogado de la familia de la víctima, Carlos Rueda, que considera que "empieza a hacerse justicia". "No habíamos perdido la esperanza porque la condena era escandalosa y ridícula", valora el representante de la acusación particular, que pide 20 años de cárcel para Santiago Gómez al considerar que se ha producido un asesinato y no un homicidio imprudente. La Fiscalía solicitaba 15 años.

La defensa, por su parte, espera a analizar la sentencia del Supremo para realizar una primera valoración. La única vía que le queda es presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional en el plazo de treinta días.

La causa de este crimen que conmocionó en su día a Vilagarcía pasó por distintos tribunales en los últimos dos años. Tras el veredicto del jurado popular, la Audiencia Provincial de Pontevedra emitió una sentencia que condenaba a Santiago Gómez por homicidio imprudente. Tanto la familia de la víctima como la defensa recurrieron y el caso llegó al TSXG, que ordenó repetir el juicio al estimar los argumentos de la acusación particular. Después el Supremo tumbó esta resolución y la causa regresó al alto tribunal gallego, que confirmaba el fallo de la Audiencia Provincial y devolvía el asunto al Supremo. Por tanto la sentencia que recibieron las partes ayer ya es la segunda que dicta el TS.

Para la celebración del nuevo juicio previsiblemente habrá que esperar varios meses.