La concejala de Personal, Sonia Outón, confirma que aunque las brigadas municipales continúan creadas formalmente, en la práctica no funcionan. Y es que estos equipos de trabajo de tarde y fin de semana en horario ordinario que implantó el anterior gobierno (PP) se encontraron con la oposición frontal de los trabajadores de Ravella. De hecho el ejecutivo conservador y los sindicatos del Concello llegaron a los tribunales con este asunto.

Outón explica que tras la supresión de las brigadas se pusieron en marcha "cambios organizativos" para no incrementar las horas extra. Si bien el ejercicio todavía no se ha cerrado, la edil socialista estima que las horas extraordinarias serán "más o menos será igual" que el anterior. Un ejemplo del cambio organizativo es que si con las brigadas se retiraba un escenario en el día aunque fuese fin de semana, ahora se espera a lunes para desmontarlo.

Por otra parte, este diario publicó ayer que fuentes de la junta de personal "aseguran que han tenido que volverse a hacer horas extras, si bien las mínimas posibles", cuando los representantes sindicales de los funcionarios desconocen si la eliminación de las brigadas ha supuesto o no una variación en las horas extra.