Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pobreza energética en la capital arousana

Más de un centenar de vilagarcianos pide auxilio a las ONG para que no le corten la luz

Cáritas recibe cada mes a 15 personas incapaces de pagar el recibo -Cruz Roja ayudó este año a 14 familias y Amigos de Galicia, a 5 - Ravella afirma que su convenio con Fenosa garantiza el suministro a todos los vecinos

Un contador de la luz precintado en Vilagarcía. // Iñaki Abella

La muerte de una octogenaria de Reus (Tarragona) en un incendio presuntamente provocado por las velas con las que tenía que alumbrarse en su casa al tener la luz cortada muestra la cara más amarga de la pobreza energética. Si bien en Vilagarcía no se han producidos incidentes de semejante gravedad, las entidades sociales que trabajan en coordinación con los Servicios Sociales del Ayuntamiento reciben con frecuencia a familias asfixiadas económicamente que les urgen ayuda para no quedarse sin suministro eléctrico en sus viviendas (más de un centenar en 2016). Pero a veces, llegan demasiado tarde.

El director de Cáritas Interparroquial Arousa, Francisco Fernández, asegura que "en ocasiones puntuales se ve cierta desidia porque hay gente que viene cuando ya le cortaron la luz. Entonces aparte de la factura hay que pagar el enganche. Por eso le decimos que estén muy atentos al aviso de corte para que éste no se produzca".

Fernández sostiene que cada mes llegan a Cáritas en torno a 15 personas que no pueden pagar el recibo de la luz y que están en riesgo "inminente" de quedarse sin suministro. De hecho este tipo de ayudas ya son más numerosas que las de alquiler, según advierte el director de la ONG religiosa.

"Trabajadores pobres"

En cuanto al perfil de las personas que sufren pobreza energética, "hay de todo, tanto jóvenes como mayores". Además, no solo se trata de vecinos en paro y sin recursos, sino que existen familias con hijos y uno de los progenitores en activo que también necesitan la ayuda de las entidades sociales para costear el recibo de la luz. "Con un sueldo de 600 u 800 euros, casado y con tres hijos, un salario así no es suficiente para mantener un hogar", ejemplifica Francisco Fernández.

Son los denominados "trabajadores pobres". El responsable de Amigos de Galicia, Jesús Busto, coincide con su homólogo en Cáritas en que este colectivo también es usuario de la Fundación. En lo que va de año, Amigos de Galicia ha sufragado en Vilagarcía la energía eléctrica de cinco familias, todas ellas con niños.

Cruz Roja, por su parte, ha evitado que le corten la luz a 14 familias con el abono de un total de 16 facturas. En 2015 las cifras todavía fueron superiores, con 26 pagos de recibos a 23 familias, según los datos que maneja la entidad.

Estas tres ONGs trabajan conjuntamente con el Concello, que les deriva casos porque pueden atenderlos con mayor premura que la administración.

Además de esta coordinación público-privada para lograr una mejor y más rápida respuesta a las necesidades sociales de los vilagarcianos, el gobierno que lidera Alberto Varela firmó recientemente un novedoso convenio con Gas Natural-Fenosa (el segundo de estas características en Galicia) con el objetivo de que ningún vecino de Vilagarcía se quede sin suministro eléctrico en su vivienda. Así, fuentes municipales aseguran que desde el mes de abril cualquier ciudadano de la capital arousana "tiene garantizado que no le cortarán la luz". El problema surge cuando el abonado recibe el aviso por parte de la compañía eléctrica y reacciona tarde, cuando ya no tiene luz. En estos casos poco pueden hacer tanto el Concello como las entidades sociales.

Desde la puesta en marcha del convenio, se han resuelto doce casos: cinco a través de ese acuerdo con Fenosa y siete mediante el plan de ayudas de la Xunta. Desde Ravella apuntan que elegir una u otra solución depende de las circunstancias de cada caso en concreto, pero "lo fundamental es que cualquier vilagarciano en esa situación sabe que tiene a su lado a los Servicios Sociales, a los que debe acudir en el mismo momento en que surgen las dificultades para hacer frente al pago de recibos de energía", destacan desde el Concello.

Inquilinos y propietarios

Desde Cáritas, la entidad con un mayor volumen de ayudas para pagar la factura de la luz, advierten de la problemática que sufren los inquilinos de viviendas cuyo contrato con la compañía eléctrica está a nombre del propietario de la vivienda. "Nosotros les ayudamos igualmente, pero ante otros organismos tienen dificultades para justificar una petición de ayuda", expresa el director de Cáritas, Francisco Fernández.

A la hora de sufragar la factura, cada asociación lo hace de forma distinta. En el caso de Cáritas, el usuario le entrega el recibo impagado y es la entidad la que realiza directamente el ingreso a la compañía.

En el caso de Cruz Roja, la persona que necesita ayuda acude a las instalaciones de la plaza de la Constitución con el recibo pendiente de pago, la entidad valora el caso (ingresos, etc.) y el proporciona un talón con el importe exacto del recibo. Una vez que el usuario salda su deuda con la eléctrica, lleva el justificante de pago a Cruz Roja.

Compartir el artículo

stats