Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alerta sobre la ruta del río Chanca

Los vecinos reclaman una regeneración urgente en la zona de los molinos

Algunos árboles caídos cruzan el cauce del Chanca. // Iñaki Abella

Un paseo por la ruta de ribera del Chanca desde Lores hacia Simes y Armenteira evidencia los daños del paso del tiempo sobre una senda creada hace quince años y que atrae cada temporada a centenares de visitantes ávidos de la naturaleza y el senderismo. La ruta, de 6 kilómetros de longitud que remonta el Chanca hasta su mismo nacimiento en un manantial terreño de monte en Valboa (Armenteira), sufre un deterioro que evidencia la necesidad de una actuación para recuperar su esplendor.

Así, partiendo de puente de Caxoi en Lores y en su marcha hacia Armenteira, el senderista puede encontrarse en el tramo bajo, entre Lores y Simes, con papeleras rotas, vallas de madera inseguras o caídas, alguna farola en el suelo e incluso la ausencia de un tramo de barandilla en la escalera de acceso al vial de Axís -en las inmediaciones del pontón recién remodelado-, cuyo peligro y riesgo de caída advierte una cinta plástica delimitadora de obras.

Impacto visual

Un pontón de Axís del que algunos senderistas lamentan el impacto visual que provoca tras su remodelación reciente. Y es que en medio de un paraje natural, donde prima la madera y la piedra antigua de los molinos de río, el senderista, en su llegada al pontón, se encuentra ahora con un grueso arco de hormigón -en torno a un metro de grosor- en forma de U invertida que sostiene un puente cuya parte superior sí está recubierta con piedra antigua.

Vecinos y senderistas lamentan que esa piedra no recubra también la fachada de la estructura que sostiene el pontón, para de esta forma evitar el feísmo y hacerlo más acorde con el paraje en que está enclavado, emulando así el anterior pontón, todo él en piedra.

Subiendo de Axís hacia la conocida como "curva do sifón" de la PO-303 en las inmediaciones del cementerio de Simes, se repite la imagen de vallas rotas, otras caídas sobre el río y tablones sueltos en la pontella de "muiño do Pombal". Luego, en el tramo que asciende desde la PO-303 hacia Armenteira, más agreste y por medio del monte, los daños se traducen en árboles rotos, caídos a cada paso sobre el cauce del río.

El deterioro de la ruta ha sido uno de los temas recurrentes por parte de la oposición en lo que ha pasado de mandato, en especial de la formación socialista de Icía García que, en reiteradas ocasiones, viene insistiendo en sesiones plenarias en la necesidad de regenerar una ruta "que es todo un emblema para Meaño, y cuyo pésimo estado contribuye a la mala imagen del municipio". Cierto que las actuaciones de limpieza de la vegetación en los márgenes de la senda y de remodelación alguna estructura caída -caso de una pontella de madera en las inmediaciones de los molinos de Couso- han ido paliando hasta el momento la situación de una ruta que requiere, ahora ya sí, de un plan de completo regeneración.

La alcaldesa de Meaño, Lourdes Ucha asegura que la recuperación de la senda está en la agenda del grupo de gobierno para su puesta en marcha en 2017.

Compartir el artículo

stats