El proyecto de ampliación del polígono industrial de O Pousadoiro, que lleva paralizado ocho años, se mantendrá aparcado por falta de demanda empresarial. Así lo reconoció Xestur, la empresa autonómica que gestiona el suelo industrial de Galicia.
El actual polígono industrial de O Pousadoiro fue promovido a instancias del Concello de Vilagarcía de Arousa ante la necesidad de dar respuesta al proyecto de traslado y ampliación de la empresa de cartón ondulado Lantero, alrededor de las que se han instalado otras actividades industriales.
El proyecto de ampliación de este suelo industrial también comenzó a fraguarse en base a un posible traslado de actividad de otra empresa instalada en el municipio y con un plan de expansión. Se trataba en aquella época de la firma láctea Larsa, con la que hubo conversaciones para interesarla por la adquisición de una de las principales superficies de la proyectada expansión del polígono.
Pero tras la crisis, los planes del grupo empresarial propietario de Larsa cambiaron y la firma optó por otra solución basada en una modificación puntual urbanística que le permitirá reconfigurar la distribución en el terreno que ocupa desde su creación, en Os Martices, también correspondiente a la parroquia de Cea.
El proyecto sectorial de ampliación del polígono industrial de O Pousadoiro continuó su tramitación al margen de las decisiones del grupo de Larsa, pero su expediente quedó anclado en el año 2008 y desde entonces no se ha vuelto a abordar la ejecución de la segunda y tercera fases planificadas por Xestur y que continúan figurando en todos documentos del ente autonómico.
Fuentes de la administración gallega indican que no han recibido nuevas peticiones de suelo para el asentamiento de industrias en Vilagarcía, ni para el traslado de otras que operan en el municipio. Además consideran que hay suficiente oferta de suelo empresarial en otros ayuntamientos de la comarca a muy poca distancia del polígono de O Pousadoiro.
Entre los ejemplos que se barajan están los polígonos de Baión (Vilanova de Arousa) y del de Abalo, en el municipio de Catoira.
Por otra parte, el Instituto Galego de Promoción Económica, Igape, se hizo hace unos años con las naves industriales de la antigua conservera Peña, en Vilaxoán, y tampoco se ha conseguido darle utilidad a estas instalaciones, tras el fallido intento de instalación de otra conservera cántabra cuyos planes de expansión tenían como objetivo Galicia.
El Concello de Vilagarcía de Arousa sigue apostando por la concentración de la actividad industrial en la zona de O Pousadoiro e insta a la Xunta de Galicia a desbloquear el proyecto de ampliación pendiente desde hace 8 años.
Según el proyecto sectorial, la ampliación del parque empresarial de O Pousadoiro se extiende sobre una geografía muy accidentada con desniveles de 100 metros entre los puntos más altos y más bajos.
La superficie de ampliación del polígono es de casi 405.000 metros cuadrados de los que el 72,34% está en Vilagarcía y el 27,6% en Caldas de Reis. En el primero de los municipios afecta a la Comunidad de Montes de Loenzo de Arriba, donde estaba el antiguo vertedero, y a particulares, en tanto que en Caldas ocupa parcelas de la Comunidad de Montes de Godos y del Concello.
La superficie que se quiere aumentar al polígono se sitúa al norte de la carretera PO-305, frente al actual parque empresarial, entre el trazado de la variante norte de Vilagarcía y la industria ya existente en Caldas de Reis y, por el sur limita parcialmente con una cantera que está en fase de explotación en la actualidad.
El parque se articula en torno a cuatro ejes viarios que finalizan en una glorieta en fondo de saco en torno a la que se situarán las diferentes parcelas, desde las más pequeñas de mil metros a las de mayor tamaño de 40.000 metros cuadrados.
