Acudir a Sanxenxo los fines de semana es el mejor modo de "desconexión" para el presidente Mariano Rajoy pues en esta localidad encuentra un descanso que para él resulta especialmente reparador.

Pero se trata de un descanso metódico en el que tienen cabida desde el deporte, el cultivo de sus amistades y la lectura de una buena novela, sin olvidar sus obligaciones como marido y padre de familia.

Ayer cumplió el guion como tenía previsto y a primera hora de la mañana se desplazó hasta Meis para hacer la Ruta da Pedra e da Auga que recorrió en compañía de su inseparable amigo José Benito Suárez, a la sazón, marido de la presidenta del Congreso Ana Pastor.

Tras el recorrido de unos tres kilómetros acudió a su bar de referencia al lado del monasterio cisterciense de Armenteira, considerado como la catedral de O Salnés, para desayunar de forma relajada.

Y a eso de las diez de la mañana retornó a su domicilio en Sanxenxo donde permaneció en torno a dos horas, aproximadamente, acompañado por su mujer Elvira Fernández Balboa.

Luego, vestido con traje de espiguilla gris claro y camisa azul, se dispuso a salir para tomar un aperitivo con unos amigos pero se paró antes a hablar con FARO DE VIGO durante unos veinte minutos. El tiempo se echaba encima pues todavía le quedaba el compromiso de ir a comer en casa de su suegra en Pontevedra, de donde salió sobre las cinco de la tarde para tomar el avión en el que iba a regresar a Madrid.

El presidente reconoce que siempre que tiene oportunidad acude a Sanxenxo, tanto en fines de semana como en otros períodos de vacaciones. "Este verano aproveché para leer muchas novelas", confiesa.