Los miños, que como norma general deben estar a bordo a las 14.00 horas del viernes para afrontar el descanso semanal -desde las 15.00 horas del viernes a las 9.00 horas del domingo-, deben tener una dimensión mínima de malla autorizada de sus paños exteriores igual o superior a 500 milímetros, mientras que la del paño central o interior debe medir más de 90 milímetros. La legislación advierte de que cada una de las piezas de red o paños que componen el miño no puede superar los 50 metros, siendo su altura máxima permitida después de armadas, entre trallas o relingas, de tres metros.

Pero lo más importantes es que cada barco puede portar una cantidad diferente de miños, dependiendo de sus características técnicas, por lo que si trabajaran todas las naves autorizadas, se sumaran los máximos de red permitidos en cada caso y se pusieran todas una tras otra se alcanzarían 4.000 kilómetros de longitud.

De ahí la importancia de que Gardacostas de Galicia supervise los aparejos empleados desde hoy en la campaña de centollo, tratando de constatar que se cumplen estas medidas y eliminando aquellos que se consideren ilegales.

Hay que recordar que los barcos de Tipo I y II, con menos de 2,49 Toneladas de Registro Bruto (TRB), pueden largar un máximo de 2.000 metros de red, el equivalente a cuarenta piezas, lo que supone 256 kilómetros de miños solo en las aguas de la provincia pontevedresa.

Las de Tipo III, de entre 2,50 y 4,99 TRB, pueden emplear 80 piezas por nave, es decir, 4.000 metros más en cada una de ellas. Las de Tipo IV y Tipo V, que van desde las 5 hasta las 9,99 toneladas, tienen permiso para emplear 5.500 metros de miños (110 piezas por nave), y las de Tipo VI y Tipo VII, los barcos que superan las diez toneladas, pueden largar en cada caso 140 piezas de miños, lo que supone 7.000 metros (553 kilómetros de largo en toda Galicia).