La peatonalización total de la céntrica plaza de Galicia no solo aspira a humanizar este entorno y a liberarlo de tráfico rodado, sino también a solventar uno de las problemáticas que padece: los anegamientos. El Concello espera que las obras ayuden a acabar con las inundaciones que afectan a la zona en jornadas de lluvias intensas y así se lo transmitió al arquitecto encargado de redactar el proyecto, con despacho en la calle Rey Daviña y conocedor, por tanto de la situación. Tiene de plazo hasta finales de diciembre para presentar el documento, con una retribución de 9.627 euros que incluye la futura dirección de obra.

Esta nueva fase de peatonalización del centro urbano afectará al último tramo de la calle Padre Feijóo, desde el cruce con Edelmiro Trillo, e incluirá la humanización de la Plaza de Galicia bajo unas directrices marcadas por el Ayuntamiento relativas a "elementos muy importantes a tener en cuenta en el diseño", desde el punto de vista estético como en lo referido a infraestructuras. Así, como ya se mencionó, el arquitecto deberá tener presente la problemática de anegamientos que registra la plaza y también las redes de saneamiento de aguas residuales y de recogida de aguas pluviales. En lo que respecta a la estética, el diseño de este entorno deberá integrarse con las anteriores fases de peatonalización que afectaron a la plaza de Galicia y a la calle Rey Daviña. Otro requisito es la incorporación de "elementos verdes" que hagan más agradable y "suavicen" la zona.

El gobierno socialista quiere acometer esta actuación a lo largo del próximo año 2017 en base al estudio realizado por la consultora Eptisa, empresa también encargada de la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Su hoja de ruta propone extender las humanizaciones desde el centro hacia afuera, eliminando así gradualmente el tráfico rodado en el corazón de la ciudad; y planificar las actuaciones de forma que se evite la existencia de islas peatonales sin conexión con otras zonas.

Así, por ejemplo, la peatonalización de la Plaza de Galicia permitirá que los viandantes transiten desde Vista Alegre hasta la Plaza de la Constitución sin encontrarse con más vehículos que los de servicios públicos y emergencias o los de propietarios de garajes.

Y la plaza de la Independencia es el siguiente objetivo que se marca el gobierno de Alberto Varela en lo que a humanizaciones y peatonalizaciones se refiere, aunque en este caso la eliminación del tráfico rodado no sería total, al menos en un primer momento. Se prohibiría la circulación de vehículos desde el colegio San Francisco hasta la altura del supermercado Gadis; todo el tramo donde actualmente está la segunda parada de taxis de la ciudad. De esta forma, los vehículos que procedan de la Plaza de España solo podrán girar hacia la derecha al llegar a Padre Feijóo para dirigirse directamente hacia San Roque, o bien girar hacia la izquierda hacia Arapiles. De esta manera, este entorno de la Independencia contaría "con un verdadero aspecto de plaza, y no como hasta ahora que casi funciona como una rotonda, ganando en seguridad para los alumnos que acuden al colegio de las franciscanas y en accesibilidad para los comercios de la zona", entiende el gobierno.